viernes, 18 de mayo de 2007

ESTONIA BAJO ATAQUE


Buenos días,

Estamos ante el preludio a escala de lo que podría ser una guerra espacial de verdad. Ante nuestros ojos ha arrancado con todo el sigilo y en su etapa más primaria la guerra de los satélites a la que me refería hace un tiempo en http://soros-sehablaespanyol-soros.blogspot.com/2007/01/la-guerra-de-los-satelites.html

Estonia, un pequeñísimo país de un poco más de 42,000 kilómetros cuadrados - casi del tamaño de República Dominicana- y miembro de la OTAN desde 2004, estaría a merced de su vecina Rusia, que decidió bloquear por completo el flujo de comunicaciones de internet del vecino país, al mejor estilo de Putín que en un discurso de la semana pasada fustigaba a Estonia y mencionaba indirectamente la similaridad entre el gobierno de Bush y el de Hitler. No le gustó que Bush estuviera a favor del diminuto país.

Tres semanas de ciberataques sobre Estonia,han encendido las alarmas en Europa y ha obligado a la OTAN a examinar este nuevo tipo de atentado a la soberanía de uno de sus países miembros. Es la primera vez a nivel mundial que se comete un asalto de esta categoría.

La pelea entre Rusia y Estonia empezó el mes pasado cuando los estonios decidieron retirar del centro de Tallim, la capital, una estatua de bronce en memoria de los soldados soviéticos desaparecidos en la guerra, para ponerla en un cementerio militar. Para los rusos étnicos de Estonia el monumento era uno al sacrificio de su madre patria, para los estonios, el sinónimo de una detestable ocupación. Mientras 1300 manifestantes en contra de la reubicación de la estatua eran arrestados en Tillim, el gobierno ruso acusaba al gobierno estonio de blasfemo.

Desde entonces, Moscú ha enfilado baterías contra la economía y el ciberespacio de Tallim. Ha disminuido el intercambio comercial y ha bombardedo desde IPs rusas todas las páginas web del país: bancos, periódicos y gobierno.

El atacante sabía desde luego que Estonia es uno de los gobiernos más modernos del mundo en términos de comunicación electrónica y depende en gran parte de los computadores. Así que atacar las páginas web de la Presidencia de Estonia, de sus ministerios, de los medios de comunicación y de los bancos puede dar una idea de qué tan grave pudo haber sido el daño. Al suceder el ataque Tillim cerró sus puertos electrónicos de acceso desde el extranjero para tratar de salvar su red y mantenerla disponible al interior del país.

Los estonios no tienen duda de que el complot se fraguó desde el mismo Kremlin. No solo identificaron en las primeras horas del ataque un flujo impresionante de visitas que bloquearon la red desde proveedores ubicados en Rusia, sino que en un caso específico, lograron rastrear el bombardeo electrónico desde una entidad gubernamental. Aunque el ataque posteriormente se globalizó porque muchos computadores fueron anteriormente contagiados por algún virus que salió de Rusia a todo el mundo con ese fin específico, los estonios -expertos en estos temas- dicen que el creador del ataque fue identificado por su dirección como un miembro del servicio de inteligencia ruso.

El ataque, que tomó por sorpresa a la OTAN, ha disparado la preocupación sobre la guerra cibernética y por ende la satelital. Actualmente en Tillim se encuentran los mejores expertos en ciber terrorismo no solo tratando de descifrar el modus operandi de la operación sino preparando manuales de crisis en caso de que un ataque similar logre paralizar los sistemas mundiales más sofisticados.

La situación hay que manejarla con pinzas especialmente ahora que Rusia tiene entre sus manos una buena parte del suministro energético de Europa. La idea es elevar el reclamo pero sin acusar directamente al gobierno ruso porque las implicaciones serían gravísimas. No es un secreto que las relaciones entre Rusia y Occidente están en su peor momento.

Rusia en el fondo, se niega a haber perdido a los países del área y quiere recuperar su nivel de influencia en cada uno de aquellos que pertenencían al tratado de Varsovia, que abarcaba desde China hasta la ex-República Federal Alemana. Pretende recuperar a Polonia, la Republica Checa, Eslovaquia, Rumania, Hungría, Georgia y a otros que ahora pertenecen a la Comunidad Europea.
Ha quedado en el aire una pregunta que abre un peligroso boquete: Si el ataque de un misil a un centro de comunicaciones es considerado como uno militar, ¿ cómo se le llamaría a un ciber ataque que cumple con el mismo objetivo? No lo sabemos. Por Bruselas no dejan de hacerse la misma pregunta. Lo cierto es que para muchos el caso encuadra perfectamente en la difusa categoría del terrorismo.

Saludos,

http://www.huliq.com/21573/estonia-calls-for-clear-laws-on-cyber-attacks http://arstechnica.com/news.ars/post/20070514-massive-ddos-attacks-target-estonia-russia-accused.html
http://www.spacewar.com/reports/Estonia_To_Discuss_Cyber_Attacks_With_NATO_And_EU_999.html
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