Los titulares de la prensa internacional dejan poco que pensar. Asia se encuentra aparentemente tranquila aun cuando los precios del petróleo amenazan con quebrar a más de uno. Japón se ha acercado mucho más a China luego de la visita a Beijing del Primer Ministro japonés, Yasuo Fukuda. Corea del Sur intenta acercarse a su hermana rebelde del norte. El partido Kuomintang, ganador de las elecciones parlamentarias en Taiwan, quiere reestablecer las buenas relaciones con la China continental. Beijing sonríe junto a todos para no empañar el impresionante despliegue de creatividad y poder que veremos en la inauguración de los próximos Juegos Olímpicos.
Tras las bambalinas de la cordialidad se teje otra historia. La de la impresionante carrera armamentista que se libra en los países del norte de Asia. Mientras las dos Coreas inauguran el primer tren que cruza la complicada frontera entre los dos países, Corea del Sur ha incrementado desde 1999 hasta 2006 su gasto militar en un 70%. El mismo presidente surcoreano Roh Moo-hyun ha sido claro en afirmar que "ante la actual carrera armamentista en el noreste de Asia, no es posible sentarse a mirar". Para tal fin no solo se hizo a un destructor con sistema de combate Aegis -el más avanzado sistema de guía electrónica del mundo-, sino que planea equipar a su ejército con tres mega naves más cuyo costo asciende a más de mil millones de dólares por unidad. No solo eso, Corea del Sur gastará por lo menos USD665 mil millones de dólares para poner a punto su sistema de defensa hacia el año 2020. Otra historia sucede en el gobierno de Pyongyang, que se supone gasta por lo menos un cuarto de su presupuesto en armamento, aún muy por encima de las necesidades alimentarias de su propio pueblo.
China, para muchos culpable de la largada de esta maratón de armas, no se queda atrás. . El presupuesto militar, oficialmente anunciado ascendió a los USD45 mil millones de dólares en 2007. Los expertos dicen que esos 45 mil millones serían tan solo una parte de su gasto militar real que estaría por los USD100 mil millones de dólares, que por supuesto dan para todos los juguetes. Nuevos submarinos nucleares, y la construcción de un super carguero nuclear de 93 mil toneladas que curiosamente sería dado a conocer también en el año 2020.
Semejante inversion china es la excusa perfecta no solo para el incremento del gasto militar en Corea del Sur, sino también en Rusia, Japón, Taiwan, y por supuesto Estados Unidos. El presupuesto de Washington en temas de armamento ascendió un 74% desde 2001. Nuevos barcos de guerra, aviones, sistemas de defensa e incremento de tropas. Los informes internacionales hablan de que una buena parte del presupuesto de USD607 mil millones de dólares solicitados por el Pentágono, que no incluyen gastos en Irak y Afganistán, irán hacia el fortalecimiento de sus unidades en el Pacífico.
Rusia, celosa de la expansión militar de la OTAN hacia sus fronteras, y de la "potencia suave" de China, ha invertido otro tanto y ha cuadriplicado su presupuesto militar entre 2000 y 2006. Hacia 2015 Moscú espera reemplazar por lo menos la mitad de su arsenal y mejorar con tecnología de punta lo restante. La idea es estar listos para cuando se supone que los chinos estarán en el apogeo de su capacidad militar.
Japón, con ojos vigilantes hacia Rusia, China y Corea del Norte no podía quedarse atrás aunque sus ciudadanos sean mayoritariamente pacifistas. Según los datos del año pasado, Tokio invirtió en gastos militares algo más de USD41 mil millones de dólares. La suma no deja de preocupar en Beijing, que ha preguntado públicamente a través del portavoz de su cancillería por "la extrañeza de que Japón, con solo un venticincoavo del territorio chino y con tan solo un décimo de su población, tenga un gasto militar tan alto".
Mientras en Asia se corre la maratón de las armas 2020, en América Latina vamos por los cien metros planos. Hace un par de días Francia anuncia su cooperación con Brasil para la modernización de su ejército, que según los datos de 2006 ya había logrado un presupuesto de USD1.3 mil millones de dólares. Para el mismo año Chile gastó USD$2. 7 mil millones de dólares y Venezuela, USD2.2 mil millones. Se prevee que para este año Colombia aumente sustancialmente su gasto militar, más de un 5% del presupuesto general, sitúandolo por encima de Chile. Alto para los críticos del gobierno del Presidente Alvaro Uribe, pero bajo para los expertos en defensa que argumentan que se equipara con el gasto de otros países que no enfrentan lucha antidrogas, conflictos armados internos ni amenazas de otros países contra su territorio.
Según el SIPRI , el Instituto Internacional para la Investigación de la Paz de Estocolmo, el gasto militar mundial subió un 3.5 por ciento el año pasado y ascendio a USD1.2 billones de dólares.
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