Si usted es de los que prefiere no llevar su computador portátil a bordo de un avión por miedo a que algún agente de seguridad se lo revise y además del mal rato le haga perder el avión, le sugiero pensárselo la próxima vez si dentro de sus pertenencias lleva un iPhone o un iPod. Y es que desde que a los militares de los Estados Unidos se les ocurrió usarlo como un arma más de guerra en las Operaciones de Contingencia en el Extranjero – nombre con el que ahora se conoce la Guerra Global contra el Terror-, los populares aparatos han pasado a ser apetecidos por todos los interesados en asuntos militares, y se han convertido en sospechosos.
El asunto hubiera pasado desapercibido de no ser por que un curioso periodista de Newsweek le siguió la pista, entre otras cosas, a la noticia de un neozelandés que quedó con la boca abierta, cuando al comprar un iPod de segunda mano se dio cuenta que además de canciones, tenía acceso a más de 60 páginas de datos militares e identidades de soldados estadounidenses destacados en Irak y Afganistán.
El iPhone y el iPod, según el ejército de los Estados Unidos, se han convertido en el arma ideal de la interesantísima era de la “Network Centric Warfare” - NCW- (traducida al español como “Guerra Centrada en la Red”) una nueva doctrina militar desarrollada por Departamento de Defensa de los Estados Unidos que pretende ofrecer a todos los comandantes y tropas estadounidenses un panorama en movimiento de todos los enemigos y amenazas extranjeras en tiempo real. Esta Internet del cielo, como la llamó en alguna oportunidad Peter Teets , entonces subsecretario de la Fuerza Aérea en el Congreso estadounidense, permite a los soldados solicitar imágenes de un satélite espía, y cotejar la información, en tan solo cuestión de segundos.
El Departamento de Defensa de Estados Unidos ha desarrollado ya aplicaciones para estas unidades de Apple que son capaces de reproducir videos aéreos de aviones no tripulados y sostener video conferencias. Un informe de Daily Tech incluso afirma que otras nuevas aplicaciones ya son utilizadas para realizar complicados cálculos de balística, y para controlar robots para la desactivación de bombas. El mismo artículo comenta que Next Wave Systems, una compañía en Indiana, se encuentra desarrollando un nuevo programa que le permitirá a los soldados tomar fotos de las calles que patrullan, enviarlas a una red de inteligencia que inmediatamente les transmitirá no solo fotos detalladas del área, sino fotografías de sospechosos anteriormente interrogados en la misma zona.
Pero aunque los militares parecieran no equivocarse en la versatilidad de iPhone y iPod Touch, reconocidos blogs de seguridad afirman que la noticia, ya conocida en todo el mundo, puede desencadenar ataques que tengan como fin hacerse a cualquiera de estas unidades mejoradas de Apple. Creen que aunque los militares sean capaces de super encriptar la información de los aparatos, será cuestión de tiempo para que un hacker acceda a los datos por cuanto las especificaciones del sistema operativo y de la máquina en sí, han sido ampliamente divulgadas.
Lo cierto es gracias a Apple los contribuyentes estadounidenses se han ahorrado una millonaria suma en el presupuesto de defensa. Una unidad de tecnología iP cuesta para cada soldado aproximadamente US$200 dólares, con un atractivo agregado: los militares pueden desarrollar las aplicaciones que deseen sin autorización de Apple.