sábado, 13 de octubre de 2007

CHINA: una super tragedia anunciada

Buenos días,

Dai Qing, una curtida periodista china, anunció con casi dos décadas de anticipación la tragedia y por ello pagó con 2 años de cárcel. Su crimen, gritar a los cuatro vientos que el proyecto consentido del gobierno chino, el de las Tres Gargantas, era " el proyecto ambiental y socialmente más destructivo del mundo". Armada de datos y de respaldo científico pidió detener la construcción de la represa y en cambio desarrollar otras soluciones menos agresivas al medio ambiente.

Veinte años fueron necesarios para que el gobierno chino anunciara que desplazará a cerca de cuatro millones de personas de las riveras del Río Yangtze porque el riesgo que corren es inminente. Con un agravante, estas víctimas del desarrollo a lo bruto tendrán que esperar por lo menos de 10 a 15 años para sentirse seguras en otro lugar.

Se sabía desde el principio que la presa causaría problemas. No solo para su construcción inundaron 19 ciudades y 326 pueblos, sino que además sumergió 630 kilómetros muchos de los cuales tenían una envidiable calidad de tierra cultivable. Para los románticos, suponía otro ejemplo más de la grandeza china. Para el gobierno chino se traducía en más dinero y en un mensaje inequívoco de riqueza y poder. La apretura de las Tres Gargantas permitiría a cargueros de 10000 toneladas acceso al interior del país, y la generación de electricidad equivalente a dieciocho plantas nucleares. Por fin decían, había otra obra grandiosa como la Gran Muralla que les permitiría entrar con honores al siglo 21.

Los ambientalistas pronto pusieron el dedo en la llaga. No solo cuestionaron la corrupción y la falta de transparencia que rodeaba al proyecto, sino que advirtieron que su construcción no necesariamente era la mejor en cuestión de materiales. El angustioso informe de ayer de las autoridades chinas al mundo, habla principalmente de la erosión en las riveras del Río Yangtze, pero evita profundizar en la increíble polución provocada por el nuevo lago. Ante la carencia de plantas de tratamiento, los asentamientos humanos y las industrias han convertido al Yangtze en una cloaca y a la represa en su letrina.

Hasta ahora el gobierno chino admite que hay conflicto de tierras en el área, que es evidente el deterioro ambiental por cuenta de todos los proyectos de desarrollo que proliferaron sin control, y que existe el peligro de que las montañas que rodean la presa literalmente se desmoronen. No hablan del alga que poco a poco se come el Yangtze, ni de las medusas gigantes, incluso de hasta 200 kilogramos, que se observan desde hace algún tiempo en el mar japonés y que comienzan a afectar la población de peces.

El presidente chino, Hu Jintao, quiere tomar distancia del proyecto y de la catástrofe que se avecina. No solo ha puesto bajo el escrutinio mundial su aceptación de que las nefastas consecuencias de la mega construcción de las Tres Gargantas ha sido una tragedia anunciada, sino que ha recordado que él mismo se abstuvo de ir a su inauguración. La decisión entonces fue tomada en 1989 justo después de la masacre de Tianmen cuando el congreso la aprobó no sin reservas.

Para quienes viven alrededor de la represa de las Tres Gargantas, 10 o 15 años para su reubicación es toda una vida. Han visto cómo el agua se ha filtrado y cómo en algunas zonas las montañas han colapsado por la presión. Han sido testigos de cómo un derrumbe provocó una ola de 50 metros de alto que ahogó a 13 campesinos y a 11 pescadores. Saben que el gobierno chino ha salido con las malas nuevas a la prensa por una sencilla razón: prefiere decir la verdad por muy humillante que sea antes de que la catástrofe que se avecina termine por colmar la paciencia de los chinos.

Saludos,

Mapa: Universidad de Berkeley.