viernes, 20 de julio de 2007

Rusia, el aliento polar


Buenas tardes,

Mientras la discusión escala entre Londres y Moscú por el caso Litvinenko y Estados Unidos evita ser involucrado en el tema que tiene preocupados a los europeos, influyentes militares rusos aprovechan para echar una gota más al vaso de la discordia.
El periódico más importante de Rusia, el Komsomolskaya Pravda, informa que cuatro generales importantes que forman parte del influyente consejo militar, aseguran que Estados Unidos tiene bajo llave un plan secreto para tomar control de los vastos recursos de energía rusos.

Los generales argumentan que el sentimiento anti ruso aumenta en la opinión pública y que Estados Unidos está desesperado por ser la única potencia en el mundo, a la espera de hacerse a los inmensos recursos petroleros de Eurasia. Como si fuera poco vaticinan que de estallar el conflicto entre Estados Unidos y Rusia, nos llevaría a una tercera guerra mundial que sería luchada con armas convencionales y misiles nucleares de "bajo impacto".

En Rusia, los críticos le han restado importancia a las declaraciones de los exmilitares pero sí reconocen que en manos de Putín el sentimiento nacionalista ruso aumenta y que muchos ciudadanos extrañan los días de la superpotencia.

A pesar de que muchos digan lo contrario el sablazo de los militares rusos no se puede tomar a la ligera. Aunque dicen que el conflicto se generaría por los recursos energéticos de Eurasia, realmente las tensiones brotan en otras latitudes y no precisamente en Kosovo, ni por el escudo antimisiles en Europa, ni por las constantes recriminaciones recíprocas por la definición de democracia.
La confrontación a la que se refieren los militares rusos bien podría venir del Ártico en donde en un futuro no muy lejano tendrán que encontrarse los intereses de Canadá, Estados Unidos, Dinamarca, Noruega, y por supuesto Rusia. Moscú ha estado reclamando desde hace un tiempo 1,191,000 kilómetros cuadrados del suelo marino del Ártico. Por supuesto que no se trata de hielo. Debajo del cascarón espera una gran reserva de hidocarburos que seguramente inclinará la balanza geopolítica en tiempos no muy lejanos. 10 billones de toneladas que cambiarían la historia del mundo.

No es la primera vez que Rusia reclama. El Comité de Naciones Unidas que administra los asuntos marinos ha determinado varias veces que Rusia no puede reclamar todo el subsuelo marino del Ártico porque sobrepasa la zona exclusiva de las 200 millas náuticas. La única forma sería, dicen los expertos, es comprobar que la plataforma continental siberiana continúa más allá de lo actualmente establecido.

A finales de junio los periódicos rusos informaron que una expedición de científicos enviados por el Kremlin había estudiado 700 kilómetros del lecho marino y efectuado intensas investigaciones en lo que se no conoce como Lomonosov, una impresionante cordillera submarina. El director del Instituto de Investigaciones Árticas y Antárticas dijo que los científicos habían determinado que el lecho marino de la gran parte del Polo Norte es una extensión del continente eurásico y que por tanto forma parte de territorio ruso.

La noticia cogió por sorpresa a Canadá que se dispone a comprobar que también tiene derecho sobre una gran parte de lo que Rusia reclama. Washington tiene en la mira otra estrategia para evitar que Rusia se quede con el Polo Norte. La administración Bush ha planteado en varias ocasiones ratificar la Ley de la Convención de Asuntos Marinos de Naciones Unidas. Sin embargo, el senado la ha rechazado sistemáticamente por considerar que limita la libertad de movimientos de los Estados Unidos en el mar. La idea de ratificar la Convención, es la de obligar a Rusia a sentarse junto con Estados Unidos en una mesa de negociaciones. Si la propuesta de Bush pasa el próximo año sin duda Rusia se sentirá amenazada, provocando entonces el endurecimiento de la posición de Putín.

La confrontación no estaría lejana. Se cree que en 20 años comenzara la triste despedida del remoto Polo Norte y comenzará la bienvenida de lo que los canadienses han llamado "la invasión de Putín". Putín como muchos, necesitará del nacionalismo y de un conflicto para permanecer en el poder, y el Polo Norte parece ser la excusa perfecta.

Saludos.