sábado, 14 de julio de 2007

Nicaragua -si yo fuera sanandresano-


Buenos días

Si los sanandresanos están bien informados y leen los periódicos deben estar bien preocupados de que su futura nacionalidad dependa de La Haya. Deben estar pensando que poco importa lo que piensen ahora o despúes, en Europa decidirán por ellos, no hay opción. Verán su futuro complicado a raiz de los cambios que al parecer poco a poco se gestan en Managua.

Antes de continuar, vale la pena recordar que las Islas de San Andres que incluyen Providencia y Santa Catalina, los cayos de Serrana, Serranilla, Roncador y Quitasueño, a 775 kilómetros de costas colombianas y a 220 de costas nicaragüenses, se encuentran en litigio desde 1980 cuando el gobierno sandinista, liderado por el entonces comandante Daniel Ortega, renunció al tratado Esguerra-Bárcenas de 1928 que resolvió una previa disputa entre Nicaragua y Colombia por las islas. Actualmente la querella se encuentra ante la Corte Internacional de La Haya.

La decisión de Nicaragua para demandar a Colombia no es alocada ni surgida de la nada.  Viene azuzada por una creciente anticolombianidad que se genera desde las entrañas de Caracas, con escala en Quito y con destino final Managua.

Ir a la Haya o no ir...una decisión tomada muy arriesgada y con una altísima posibilidad de dejarnos trasquilados. Si Bárcenas nos da el derecho histórico no tiene sentido revivirlo para ver si ratifican lo que ya se tiene ganado.   Si yo fuera sanandresano, comenzaría a preocuparme por esto y por mucho más.

Retomando, la controvertida decisión del Presidente Daniel Ortega de formar los Consejos del Poder Ciudadano que se convertirán en una especie de administradores de gobierno como les llaman unos, y de cogobierno como les llaman otros, alimenta fantasmas indeseados. La creación de los núcleos de CPC es interpretada por muchos nicaragüenses como el regreso a los Comités de Defensa Sandinista de los años 80, como una copia de los Comités de la Defensa de la Revolución cubana, o como un reflejo de los actuales Consejos Comunales venezolanos.

El parlamento nicaragüense contiene la respiración. Bajo el nuevo sistema que regirá a partir del próximo 14 de septiembre, día de la conmemoración de la batalla independentista de San Jacinto, los CPC serán los encargados de las políticas públicas del país, aunque la ley les prohiba tener "funciones y facultades de los ministerios del estado". Confuso por cierto porque según Ortega, las decisiones de los CPC deberán ser adoptadas por el parlamento y los ministros.

Preocupación también causa el poder que acumula la poetisa Rosario Murillo, esposa de Daniel Ortega. Desde su oficina de primera dama y bajo el nuevo órgano de Consejo de Comunicación y Ciudadanía se han centralizado no solo las comunicaciones de gobierno si no toda la publicidad que se derive de ministerios y otros entes gubernamentales. La Primera Dama incluso se ha referido a una "Estrategia de Comunicación del nuevo Gobierno"que al parecer no ha sido todavía compartida con los "hermanos comunicadores".

Los partidos políticos opositores nicaragüeneses entre los que se encuentra el MRS, un movimiento sandinista disidente, temen que Daniel Ortega y su esposa, Rosario Murillo, asuman los poderes totales del estado. No hace mucho, Enrique Quiñónez, Presidente de la Comisión de Defensa y Gobernación de la Asamblea Nacional se refería a "el autoritarismo y las pretensiones de Daniel Ortega, y ahora quien se ha erigido con el poder trás el trono". Los sandinistas disidentes califican al fenómeno como ilegal y se refieren a él como "una obsesión por concentrar el poder, que no es bueno para el país desde el punto de vista político y jurídico”.

La Prensa de Managua en su diario de hoy deja ver otro detalle. El ofrecimiento de empleo a través de la Secretaría de la Juventud a más de dos mil jóvenes, con curiosas condiciones: una carta de recomendación de algún líder sandinista, y declarar en su entrevista su filiación política.

No menos inquietud genera el descubrimiento, el 4 de julio, de las autoridades aduaneras españolas de 1,085 revólveres y pistolas despachados desde Israel a Nicaragua, durante una inspección de rutina en Algeciras. Los documentos del cargamento señalaban que su contenido eran rifles de aire y que habían sido embarcados en Haifa. La policía y el ejército nicaragüense niegan negociación alguna de esa envergadura. ¿Para dónde iría el cargamento? ¿Quién pagó? ¿Quién hizo el pedido? Absoluto silencio sobre el tema.

Con semejante panorama, lo que falta y lo que nos rodea bien podrían estar pensando en Bogotá qué hacer con el archipiélago.  Una vez puesta en la mesa la apuesta y juega la ruleta, ya no se pueden retirar las apuestas.

Saludos,

Más información:
http://www.laprensa.com.ni/archivo/2007/julio/12/noticias/politica/202744.shtml
http://www.elnuevodiario.com.ni/2007/02/01/politica/40230
http://www.laprensa.com.ni/archivo/2007/julio/13/noticias/nacionales/202976.shtml http://www.ynetnews.com/articles/0,7340,L-3421317,00.html