sábado, 28 de julio de 2007

Colombia, 33 escalones hacia un estado fallido


Buenos días,
La prestigiosa revista Foreign Policy ha publicado la Lista de Estados Fallidos de 2007. Se considera un país fallido a aquel que ha perdido el control físico de su territorio o el monopolio del uso legítimo de la fuerza. Contempla la erosión de la autoridad legítima para tomar decisiones colectivas, la inhabilidad para proveer los servicios públicos básicos y la incapacidad para interactuar dentro de la comunidad internacional.

El índice, elaborado en conjunto con la organización Fondo para la Paz, no significa, según los editores de la revista, una predicción sobre el colapso de los países sino un índice de vulnerabilidades que lo hacen propenso al conflicto.

12 indicadores, calificados de 0 a 100 -siendo la nota más alta una señal inequívoca de alerta, ubican a Sudan como el país más inestable del mundo. La tabla divide a 177 países en grupos de colores rojo, naranja, amarillo y verde. Rojo para el más crítico -32 países-, naranja para los más vulnerables -96 países-, amarillo para aquellos con cierta vulnerabilidad -32 países, verde para los totalmente estables -14 países-.

Nuestros vecinos en la tabla son nada más y nada menos que Nigeria en el puesto 32, y Burkina Faso con quien compartimos el lamentable honor de la posición 33. Burkina Faso es uno de los países más pobres del mundo. El promedio de vida de un burkinés es de 50 años, y tan solo el 12.8% de sus habitantes saben leer y escribir.

Los indicadores nos dejan ver una Colombia agobiada por el desplazamiento interno (9.5) mucho más profundo según la tabla que el de Burkina Faso (5.6) y el de Nigeria (5.9). Puntaje dificil de entender teniendo en cuenta que Burkina Faso tiene 14 millones de habitantes 3 millones de los cuales residen en países vecinos.

Recibe Colombia una calificación de polarización bastante preocupante (8.5) que sin duda alguna repercute en el índice estimado para el renglón de "Deslegitimación del Estado" (8.2). El resultado no solo refleja la intervención de grupos al margen de la ley en la política, sino el enfrentamiento visible entre quienes dicen ser de la oposición y quienes dicen apoyar al partido de gobierno. Tanto para los primeros como para los segundos, ninguna autoridad merece respaldo o credibilidad a menos de que sea a fin a su pensamiento político. Los titulares de la prensa, confirmados o no, han puesto su grano de arena: el índice dice incluir informes de medios de comunicación nacionales y extranjeros, y estudios independientes, entre otras fuentes.

En Derechos Humanos, el otro caballito de batalla, nos han otorgado un 7.4 que es sin embargo un índice superior al de Venezuela en el lugar 74 (7.9), Perú en el puesto 85 (7.7), Rusia (8.5), entre 177 países incluidos. Distantes del cómodo 5.3 de Brasil y lejos del envidiable 1.5 de Noruega.

Curiosamente, la economía nos deja muy por encima de otros ubicados mejor en la tabla. Con un índice de 3.8, Colombia registra por encima de México (6.2), Panamá (5.8), mejor que Costa Rica (4.8) y casi empatados con el sultanato de Omán (3.7)

El índice, que sin duda tendrá detractores y levantará ampolla en amplios sectores del país, no es sino una advertencia de hacia dónde nos dirigimos. El índice de desplazamiento muestra un conflicto que si bien ha mermado en algunos puntos geográficos ha dejado al campesino en condiciones precarias, sin tierra y con la única opción de emigrar. La polarización, el siguiente puntaje más alto, debería dejar la reflexión de oposición sana y no destructiva, de buscar formulas o candidatos de consenso para la próxima elección presidencial. El índice de inequidad (8.4) es una repercusión del índice de desplazamiento y del conflicto, entre otras razones.

Hemos mejorado con relación al Índice de Estados Fallidos de 2006 donde Colombia se ubicaba en la franja roja en el puesto 27. El Índice de 2005 nos ubicaba en un vergonzoso puesto 14, también en la franja roja, al lado de Corea del Norte y Zimbawe.

Números para pensar, tablas para comparar, al final el veredicto es solo suyo.

Saludos,