miércoles, 2 de agosto de 2006

LAS INCOMPETENTES ARMAS ATOMICAS

8月1日
LAS INCOMPETENTES ARMAS ATOMICAS
Tokio, agosto 2 de 2006 (0811)

Buenos días.

El primer instrumento de defensa quizá fue el hacha de silex. A partir de ahí se inció nuestra desesperada carrera armentista. Armas portátiles con una capacidad destrucción impresionante, cabezas atómicas, misiles intercontinentales y la caja de pandora: las armas biológicas. La ingeniería genética aprovechada con fines militares es un hecho y con seguridad supera las expectativas de los tan temidos filmes producidos en Hollywood.

La sucia estrategia quizá se utilizó desde la Primera Guerra Mundial, pero fue en la Segunda cuando los británicos lanzaron antrax sobre la isla de Guinard un islote esocés. Se supo entonces que era un éxito.

Los japoneses también las utilizaron en Corea y Manchuria, bombardeadas con municiones que contenían peste y tifus. Algo parecido a lo que usan nuestras FARC para causar una infección inmediata entre las víctimas de sus explosivos. Los irregulares colombianos les ponen excrementos y otras bellezas que suelen causar la muerte por cuadros de septicemia.

Pasó la II Guerra Mundial y el gobierno de los Estados Unidos instaló en el Fuerte Detrick (Maryland) labortorios militares en los que trabajaron miles de científicos en investigaciones de armas biológicas. Otro tanto hacían Moscú y Londres. Pekín seguro no estaba por fuera de semejante manjar. Por fín en 1972 se firmó el Acuerdo Internacional sobre Armas Biológicas, ya ratificado por 130 países, que prohibe el desarrollo, la fabricación y el almacenamiento de este tipo de armas con fines bélicos. Se desmantelaron entonces todas las instalaciones relacionadas con la investigación militar de virus y bacterias.

Con la llegada de la ingeniería genética los buenos propósitos quedaron en el aire y comezó en secreto la investigación con virus de contagio bajo, medio y alto pero mortales.

El informe que ha trascendido ayer, da cuenta de la reactivación de la carrera armamentista biológica, a pesar de los tratados internacionales.

Las armas biológicas son inmensamente atractivas. No solo son letales sino que su radio de acción es más amplio que el producido por una bomba atómica. Cuentan con la gran ventaja militar de no destruir la infraestructura del país invadido. Como la bomba de neutrones, aniquila exclusivamente el componente humano. Sin embargo, existe una pequeña diferencia entre una y otra. Mientras que la bomba de neutrones contamina durante décadas, el arma biólógica deja como únicos vencedores a quienes tengan la vacuna. El resto sucumbe ante la tragedia.

Estados Unidos construye imporante laboratorio de biodefensa clasificado.

El gobierno de los Estados Unidos está construyendo un edificio altamente clasificado para la investigación de armas biológicas, un gran laboratorio de biodefenesa como ningún otro se haya visto desde la prohibición de las armas biológicas hace 34 años.

El Centro de Análisis y Contramedidas para la Biodefensa Nacional, se construirá en Fort Detrick Mariland, en inmediaciones de una base militar existente a una hora de Washington.

Cuando el laboratorio abra en dos años, el NBACC (como se le conocerá por sus siglas en inglés) albergará una impresionante colección de gérmenes mortales y grupos de científicos totalmente aislados en "trajes espaciales" que trabajarán en la delicada labor. El edificio tendrá cámaras de aerosol en donde se realizarán las pruebas en las que algunas especies de animales serán expuestas a microbios mortales. Sin embargo, lo más controvertido del lugar será su estatus de clasificadom dicen los informers.

Una serie de diapositivas preparada por los directores del centro en 2004 ofrece una lista de labores que sugieren que el laboratorio probará armas microbianas, y posiblemente, virus y bacterias genéticamente alterados.

El corazón de las instalaciones es un complejo de cámaras selladas y construidas especialmente para trabajar con los virus y bacterias más poderosos del mundo. El trabajo en el nuevo laboratorio, de acuerdo al informe, salvará miles de vidas o creará nuevos riesgos colocando a los Estados Unidos en una fina línea en relación con la violación de los tratados internacionales.

Desde la creación del Departamento de Seguridad Interior, el padre de esta nueva creatura, luego del los ataques del 11 de septiembre, la prerrogativa del gobierno para conducir pruebas con patógenos y tácticas que puedan ser utilizadas en caso de un ataque bioterrorista, agrega el informe.

Los críticos de esta nueva estrategia militar temen que un excesivo secreto sobre el trabajo en las nuevas instalaciones pueda incrementar el riesgo de bioterrrorismo. Podría suceder, argumentan, si por cualquier motivo existe una mala manipulación o vigilancia sobre cualquier procedimiento, o simplemente, así como ha sucedido con las armas nucleares, otros países inician su propias investigaciones secretas sobre armas biológicas.

"Si otros realizaran este tipo de investigación, entonces hubiéramos sido los primeros en invocar una violación del tratado de armas biólógicas", dijo al Washington Post, Milton Leitenberg, un veterano académico y experto en armas de la Universidad de Maryland.

"No se puede ir por todo el mundo vociferando contra Irán y Cora del Norte, cuando nosotros mismos tenemos en marcha todo esto", agregó.

Link original: http://www.washingtonpost.com/wp-dyn/content/article/2006/07/29/AR2006072900592.html (en inglés)

Saludos,

Soros