viernes, 20 de octubre de 2006

DESBANDADA MIGRATORIA EN BOLIVIA

10月20日
DESBANDADA MIGRATORIA EN BOLIVIA

Tokio, octubre 20 de 2006

El gobierno boliviano ha anunciado que restringirá la entrega de pasaportes. No porque no quiera dejar salir a sus coterráneos sino porque se quedó sin libretas. Solo tiene existencias para 32 días. Las autoridades bolivianos evitan dar cifras, pero los datos son escalofriantes y contundentes. En solo el mes pasado la demanda de pasaportes subió de 10 a 18 mil al mes.

Por supuesto el anuncio causó un colpaso en las oficinas de Migración y desde hace casi una semana, centenares duermen en la calle para hacer la cola y retirar su pasaporte. Un tema sin duda apuntalado por la intención de la Unión Europea de imponer visa a los bolivianos.

Por Barajas entraron el mes pasado más de 13 mil bolivianos, según EFE. Una media diaria de 400, y mientras unos desesperadamente intentan llegar a la panacea europea otros se van de ilegales a Argentina donde se cree que hay por lo menos 25.000 bolivianos que trabajan ilegalmente en Buenos Aires bajo condiciones lamentables y cercanas a la esclavitud.

El panorama no pareciera ser diferente al de muchos países latinoamericanos de no ser porque la juventud boliviana escapa de su país ante la falta de esperanzas que brinda el gobierno de Morales. Las promesas de cambio y de generación de empleo no han surtido efecto. Simplemente, no le creen y aunque no lo digan, el boliviano pobre que es el que escapa tiene miedo de quedar atrapado en un sistema que amenaza parecerse al venezolano o al cubano. Pocas opciones dicen de cambiar realmente, porque como decía uno de ellos recién llegado a Tokio "los de arriba siempre serán los de arriba, sean del bando que sea. Los pobres siempre seremos los de abajo"

Esta detallada columna llega desde el periódico Vanguardia de Barcelona.

Soros.

LOS BOLIVIANOS VOTAN CON LO PIES==================================
Cada día, al menos 500 bolivianos llegan al aeropuerto deBarajas para quedarse en España como emigrantes sin papeles;unos 50 son deportados. Aprovechando que la Unión Europeatodavía no les exige visado, decenas de pasajeros -en su granmayoría jóvenes- hacen fila en el aeropuerto de Santa Cruz dela Sierra para abordar el avión a Madrid.

En los últimos mesesse ha multiplicado el número de bolivianos, de ambos sexos, queviajan a España con la intención de no regresar y correr todoslos riesgos que entraña la inmigración ilegal.Otros muchos bolivianos emprenden cada día viajes azarosos aArgentina o Estados Unidos como indocumentados.

En tanto, en lacapital, La Paz, existe aparente indiferencia ante este éxodo.Más bien, las agencias de turismo, los tramitadores y laspropias líneas aéreas se aprovechan del negocio. Y el Estado,aunque no lo exprese de esta manera, parece darse porsatisfecho con el aumento de las remesas y con la salida delpaís de jóvenes sin trabajo. Pareciera que a nadie le preocupeque se esté desarrollando un drama humano de impresionantemagnitud, como reflejó el diario "La Razón" de La Paz en uninforme especial.De acuerdo con las últimas estadísticas, unos tres millones debolivianos residen en el extranjero, lo que equivale a latercera parte de la población.

Es como si cerca de 15 millonesde españoles -de un total de 44 millones- vivieran en elexterior, o como si Estados Unidos, sobre la base de 300millones, tuviera 100 millones de ciudadanos fuera de susfronteras. A todas luces, el porcentaje es altísimo. El informe de "La Razón" señala que la mitad de la actual poblaciónboliviana desea irse del país, si es que se le brindara laoportunidad de poder hacerlo. De los nueve millones dehabitantes solamente cuatro millones y medio quieren permaneceren Bolivia. O tal vez no puedan salir del país aunquequisieran."El resultado final del estudio sobre los emigrantesbolivianos -destaca el diario "El Deber", de Santa Cruz de laSierra- es tenebroso y hasta terrorífico, pero parece que nadiellega al fondo del problema: la falta de creación de auténticasoportunidades para evitar el drama de exportar gente.

Si elEstado boliviano es incapaz de ofrecer oportunidades yesperanza, ese Estado es culpable del éxodo de sus hijos y desus tristes consecuencias".La emigración ha aumentado en los últimos meses después de quelos bolivianos empezaran a perder confianza en las promesas delpresidente Evo Morales de que crearía empleo y lograría la pazsocial en Bolivia. Sin haber cumplido nueve meses en el poder,Morales enfrenta conflictos políticos y sociales en múltiplesfrentes. Y los empresarios huyen a toda prisa -incluidos losbrasileños y españoles, p4incipales inversores- en busca depaíses que ofrezcan más garantías.

Morales gobierna un país semiparalizado por quienes le votaronen diciembre del año pasado, con una Asamblea Constituyenteestancada, con la nacionalización de los hidrocarburos enriesgo y con amenazas de diferentes sectores sociales derecurrir a las armas. El partido de Gobierno, el Movimiento alSocialismo (MAS, alianza de cultivadores de hoja de coca,nacionalistas, indigenistas e izquierdistas), sufre fuertestensiones.

La popularidad del presidente se está yendo a pique.Cuando asumió el mando el pasado 22 de enero tenía un nivel deaceptación del 62 %, con la nacionalización de loshidrocarburos trepó al 81 % y en estos momentos ronda el 50 %.Aún está más dañado el prestigio y credibilidad delvicepresidente Alvaro García Linera, quien en un discurso pidióa los indígenas defender con su vida y las armas lanacionalización del gas. Aunque García Linera siempre habíasostenido que en su época de guerrillero no provocó ningunamuerte, en un acto en el que evocó su pasado insurgente dijo"en este lugar aprendí a matar" para defender los recursosnaturales."Si es necesario salir otra vez a la lucha, saldremos diez,veinte, cincuenta veces", dijo García Linera cuando ejercía lapresidencia en funciones (por el viaje de Evo Morales a laasamblea general de la ONU).

Esas amenazas fueron formuladascuando asociaciones de indígenas y campesinos de las provinciasdel oriente del país, fieles al MAS, cortaban carreteras entorno a la pujante ciudad de Santa Cruz de la Sierra, fortín dela oposición conservadora.En vez de ayudar a los empresarios a dar confianza y estimularla creación de nuevos negocios, Morales y García Linera hacenexactamente lo contrario. Con declaraciones amenazantes einsultos, como el de expoliadores, con el que a diario calificaa Repsol y a las otras petroleras, espantan al inversionistaboliviano y extranjero cuyo capital estaba destinado a produciry crear fuentes de empleo.

A más de uno le indigna que lospetrodólares que supuestamente entregará Hugo Chávez sedestinen a instalar bases militares cerca de la frontera, loque ha provocado recelos y malestar en los vecinos Chile yParaguay.La nacionalización de los hidrocarburos, que Morales anunciópor sorpresa al tiempo que ordenaba la ocupación militar de loscampos petroleros, no acaba de arrancar por la falta decapacidad de Bolivia para hacerse cargo de las tareas deexploración, explotación y refino de los yacimientos de gasnatural y crudo. La realidad se impone a la improvisación.

Elanhelo nacionalizador ha provocado tal desmantelamiento delsector que hoy día escasea el diesel y el contrabando campea asus anchas. Con las inversiones suspendidas desde hace años,mengua la capacidad de producción de gas. Para no romper con lacompañía estatal brasileña Petrobras -principal empresaextranjera en Bolivia-, Evo Morales se vio obligado a despediral super radical ministro de Petróleo y al director de lacompañía estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos(YPFB).

Evo Morales tiene otro frente abierto con los poderososagricultores de las cuatro provincias orientales, muydesarrolladas en agroindustria exportadora. La anunciadareforma agraria ha soliviantado los ánimos en las zonasrurales. Asimismo, el proyecto estrella, la refundación deBolivia mediante una nueva Carta Magna, está empantanado en unaAsamblea Constituyente que no logra ponerse de acuerdo.

Entretanto, Santa Cruz, Tarija, Beni y Pando, las provincias másricas del país, amagan con separarse si no reciben un amplioestatuto de autonomía. Los prefectos (gobernadores) de esoscuatro departamentos han iniciado un proceso reivindicativo queculminará con una consulta ciudadana sobre la aceptación orechazo a la nueva Constitución.Los gobiernos locales de Santa Cruz, Tarija -principalesproductores de hidrocarburos-, Beni y Pando -productoresganaderos y de soja- recogen firmas de los ciudadanos paraconvocar un referéndum.

Dirigentes del partido oficialistaMovimiento al Socialismo (MAS) y líderes indígenas anunciaronque pondrán una denuncia penal contra los gobernadores, a losque acusan de sedición y de atribuirse derechos de los pueblos.La muerte de 16 mineros en una batalla campal por el dominio dela explotación de estaño más rica de América estremeció aBolivia.

El distrito minero de Huanuni fue testigo de una cruelpesadilla, cuando el poblado fue atacado a punta de cartucho dedinamita por cooperativistas que trabajan por cuenta propia, yque fue defendido con igual brutalidad por mineros de unaempresa estatal. El estallido de los explosivos sacudió la zonadurante dos días.El analista Carlos Toranzo Roca señala que Huanuni fue la señalde alerta más clara que ha recibido Bolivia sobre lo que puedepasar en el futuro si se sigue alentando la violencia y secontinúa utilizando un lenguaje de confrontación.

"Nuestros mandatarios, el presidente Morales, el vicepresidente GarcíaLinera y todo el gobierno tienen la obligación de dar mensajesde paz y de diálogo y no inflar las expectativas de laviolencia", señala Toranzo. Pero no es sólo en el lado delGobierno donde se sostienen posturas de confrontación. Las haytambién en algunos empresarios, en dirigentes cívicos de SantaCruz, en determinadas fuerzas políticas que creen que es lalógica del enfrenamiento la que puede frenar lo que consideranproyecto totalitario del Gobierno. La difusa aspiración dealgunos sectores empresariales del oriente de lograr laseparación o secesión de la Bolivia andina sólo conduce a másenfrentamientos.

Todos los bolivianos resultarán perdedores si unos y otrossiguen empujando a la violencia. Y, como en Huanuni, quienesmás sufrirán, quienes pondrán las víctimas, serán los pobres,los sectores populares. La violencia tiene memoria, los muertosno se olvidan, viven por años, a veces por décadas. "Por eso nose debe abrir caminos de violencia y de odio que separen a losbolivianos y que dejen huellas que impedirán construir unfuturo compartido", advierte Toranzo.El enfrentamiento en Huanuni, mineros contra mineros, pobrescontra otros aún más pobres, aconteció, en parte, porqueBolivia está entrando en un camino de confrontación, que tiendea que todo se resuelve por la fuerza.

Este conflicto minero s esumó a la cadena de protestas que se han producido en Boliviaen las últimas semanas, como la huelga de transportistas,chóferes, el paro de maestros y algunos enfrentamientos conempresarios de La Paz. En estos días, los cultivadores de hojade coca del Chapare -la región que catapultó a Evo Morales a lapolítica nacional- han cortado la importante carretera SantaCruz-Cochabamba en demanda de poder ampliar la producción.

Muchos bolivianos votaron por el MAS con la seguridad de quesólo Evo podía conjurar los conflictos que desangran al país.El desengaño no pudo ser mayor. Los conflictos se hanmultiplicado. El bloqueo ascendió a categoría de derechodemocrático supremo por encima de todos los demás. Ladiferencia está en que cuando era Evo Morales el que impulsababloqueos y huelgas, se decía que las protestas respondían alsentir de un pueblo humillado. Ahora que los paros se hacen porla frustración ante el incumplimiento de las promesas hechaspor el ex líder cocalero, Evo Morales se escuda diciendo que esvíctima de una conspiración.

De ser cierta la denuncia, en laconspiración participarían los mismos sectores sociales queayudaron a Morales a llegar a la presidencia.El de Huanuni no se registrará en los anales de la historiaboliviana como un incidente sangriento originado por antiguasdiferencias entre mineros y algún otro sector social de los quese mueven en el subsuelo a la luz alucinante de los metales.Más bien, ha ingresado como efecto de las negligencias delpresidente Morales, y de ofrecimientos demagógicos que actuaroncomo incontrolables detonantes. Aún están pendientes deresolución otras promesa de Morales, como la entrega de miles ymiles de títulos de propiedad de tierras ubicadas en laprovincia de Santa Cruz.

Se teme que los agricultoresafectados reaccionen como en Huanuni, a sangre y fuego."Hasta ahora, el presidente Morales parece más empeñado encavar trincheras que en tender puentes. El papel histórico deEvo es muy importante, el tamaño del desafío es gigantesco y lapregunta es si él estará a la altura de ese desafío", dijo elex presidente Carlos Mesa en el séptimo Foro de Biarritz.Algunos analistas señalan que el problema de Bolivia reside enla perniciosa influencia de Hugo Chávez. Incluso se dice que elpresidente venezolano es quién verdaderamente manda en el país.

Los más críticos señalan que Morales es un simple botones que,por su falta de preparación, no sabe cómo afrontar losconflictos. "Las buenas intenciones no son suficientes paragobernar. Evo sólo tiene experiencia en encabezarmanifestaciones contra el gobierno de turno, y ahora que estáen el poder no sabe cómo hacer frente a las protestas", noscomentó telefónicamente el analista político Luis Gutiérrez.Evo Morales llegó a la presidencia ofreciendo esperanzas decambio, creación de empleo y honestidad.

La mayoría de losbolivianos lo recibieron como una buena alternativa para hacerun nuevo país, con nuevas perspectivas y nuevos impulsos. Nosólo le apoyaba la gente del campo, los pobres, la poblaciónindígena, los de su origen racial o los de su partido. Tambiénpensaban así muchos bolivianos de las ciudades, profesionales,empresarios, comerciantes, jóvenes y mayores, blancos ymestizos, hombres y mujeres. La mayoría confiaba en queMorales, como dirigente hastiado de la forma inepta y corruptacomo se manejaba el país, iba a gobernar de otra manera, sinexclusiones, sin violar las leyes y derechos que asisten a los ciudadanos.

Tenían la esperanza de, por fin, sin importar razau origen social, poder vivir en un país equilibrado,incluyente, justo y equitativo.De inmediato vino el desencanto al constatar que Morales iba agobernar para una minoría, ejerciendo el poder en formaexcluyente. En su discurso de toma de posesión mostró un enormeresentimiento social.

De sus palabras se desprendió que tansolo prestaría atención a la población indígena, porque habíasido marginada y humillada durante siglos."Me duele que Evo repita la desafortunada forma de hacerpolítica en Bolivia, con imposiciones, exclusiones, visionessólo de un lado, con el olvido de que no sólo los de una raza,un color o un pensamiento tienen toda la razón", denuncia eldiario "El Deber" en un duro editorial.Tal como ocurrió con presidentes que le antecedieron, Moralesha caído en actitudes sectarias, provocando elenfrentamiento -incluso físico- de bolivianos con bolivianos,profundizando las diferencias en base a la imposición.

Cada día, el presidente y sus ministros pronuncian discursoselaboradamente racistas que, en lugar de unir, dividen aún mása la población.La decisión de Evo Morales de ignorar arbitrariamente elcontenido expreso de la ley especial de convocatoria a laAsamblea Constituyente y al referéndum autonómico aumentó laconfrontación política. Vulnerando abiertamente lo dispuesto enla mencionada norma, el partido gubernamental MAS aprobó pormayoría simple de los constituyentes -en lugar de los dostercios, como dispone la ley especial- el primer artículo de lafutura Carta Magna, que declara a la Constituyente "originaria"y "plenipotenciaria", con la pretensión de someter a los todoslos poderes e instituciones del Estado al designio de la propiaAsamblea.

Los trabajos de la Constituyente están semiparalizados. La oposición denuncia cada vez con más fuerza queEvo Morales pretende imponer un gobierno dictatorial por mediode una Constitución hecha a su medida. En esto, como en tantasotras cosas, sigue el libreto que le marca Hugo Chávez.

Elmismo libreto que seguía en Perú el derrotado candidatonacionalista Ollanta Humala y que también marca el programa delcandidato populista ecuatoriano Rafael Correa.En un editorial titulado "Un juego peligroso", el diario "LosTiempos" de Cochabamba -provincia en la que Morales creció comolíder de los cocaleros-, considera que la asunción de todos lospoderes por parte de la Asamblea es un acto dictatorial: "Si laConstituyente pretende erigirse como un superpoder confunciones y atribuciones que competen exclusivamente a lospoderes del Estado (Ejecutivo, Legislativo y Judicial), no sólose estaría rompiendo el orden constitucional sino, lo que espeor, se estaría dando paso a toda clase de peligrosastentaciones de poder autoritario".

Según "Los Tiempos", seconfirman las sospechas de que la Constituyente, antes que unórgano encargado de elaborar un nuevo texto constitucional yponerlo a consideración de un referéndum nacional es, en loshechos, "una especie de aparato político concebido paraconsolidar el esquema ideológico y de poder del gobierno deMorales".La oposición se ha aliado con gobernadores y comités cívicos deprovincias que reclaman más autonomía, sobre todo en el orientey en el sur tropical del país, y estudian cómo hacer frente alo que califican de intento de Morales de romper la legalidadvigente para dar un "autogolpe".

El abogado constitucionalista y ex viceministro de JusticiaCarlos Alarcón, advirtió que la determinación del MAS de seguirimponiendo su rodillo constituyente para elaborar la nuevaCarta Magna generará violencia e inestabilidad social.La Corte Suprema de Justicia asestó un duro revés a lasaspiraciones del presidente Morales de "refundar" Bolivia aldictaminar que la Asamblea Constituyente está obligada acumplir con la actual Carta Magna y no puede considerarse"plenipotenciaria", en contra de lo que sostiene el Gobierno ysus aliados.

Según el máximo tribunal, la intención de Morales de declarar"originaria" a la Constituyente trastoca el orden legal y poneen riesgo la integridad nacional y la paz social. El presidentedel tribunal, Héctor Sandoval, dijo que "estamos dando la vozde alerta, estamos defendiendo la institucionalidad del PoderJudicial". También manifestó su preocupación por la intenciónde Morales de "desaparecer" los actuales poderes del Estado,como anticipó el Gobierno, cuando esté lista la nuevaConstitución.

El dictamen de la Corte Suprema dice que "laAsamblea, al no tener un carácter fundacional, ni ser emergentede una revolución triunfante, no puede ser consideradaoriginaria."De esta forma, el alto tribunal contradice a Morales y a supartido, el MAS, que pretenden que la Asamblea tenga poderessobre todas las demás instituciones estatales, objetivo que laoposición califica como un "autogolpe". Héctor Sandoval tambiéncuestionó el hecho de que los constituyentes oficialistashubieran desconocido la ley de convocatoria de la Asamblea, queestablece que los cambios a la carta fundamental debenaprobarse por dos tercios de los votos.

El partido de Moralescuenta con mayoría absoluta en la asamblea (128 de 255constituyentes), pero no llega a los dos tercios (170).Evo Morales negó que la Corte Suprema de Justicia tengacompetencia para opinar sobre el carácter "plenipotenciario" dela Asamblea Constituyente y la tildó de "resabio del Estadocolonial".Joaquim IBARZ
Vanguardia, Barcelona