miércoles, 20 de julio de 2011

JAPON: El duro camino a la victoria - Cuando ellas son mejores que ellos.

Cuando la japonesa Saki Kumagai se preparaba para patear el tiro penal decisivo para definir la Copa Mundial Femenina de Fútbol, Japón contuvo la respiración, ya había amanecido.

Para todos, japoneses y extranjeros viviendo en Japón, lo que estaba en la patada de Kumagai no era solo un juego de fútbol. Era quizá la única oportunidad cercana y real de tener una buena noticia después de cuatro meses de imagenes devastadoras, de réplicas sísmicas todavía muy fuertes, de estar pendientes sin descanso de Fukushima, y de sus impresionantes repercusiones. Un panorama difícil de imaginar para observadores lejanos.

A las 21 jugadoras del equipo japonés Nadeshiko – flor hermosa – se pegó el corazón de 120 millones de personas que incrédulas veían como sus diminutas jugadoras, de apenas 163 cms, vencían en cuartos de final al equipo alemán, que no había dejado el cetro de la Copa Mundial desde 1999. Un equipo más alto, más fuerte y acostumbrado a la victoria. La táctica motivacional de su entrenador fue mostrarles una y otra vez las tremendas imágenes del terremoto del 11 de marzo y del posterior tsunami que destruyó casi la mitad de la isla. Para ellas no había otra opción, ganar o ganar.

Luego llegaron las suecas. En esta ocasión las jugadoras se enfrentaron a la sugestión de tener en frente un equipo de gente “grande y de largas piernas”. La precisión de las japonesas, y una voluntad de roca las llevó entonces al 3-1 que las dejaría en la final ante Estados Unidos.

Verlas el lunes frente al equipo estadounidense, un equipo que las superaba en altura y en velocidad, y que nunca había sido vencido por las japonesas fue ejemplarizante. A los 24 minutos llegó el primer gol americano, pero 12 minutos depués Aya Miyama empató el partido. La segunda parte terminó en un empate que las llevó a un desgastador tiempo extra. A los 14 minutos, Abby Wambach marcó para Estados Unidos otro gol, pero de nuevo, la capitana del equipo japonés se encargó de empatar para terminar el partido 2-2.

Lo más interesante fue la forma cómo el entrenador supo encontrar formas diferentes para destronar un rival de gran calado a un nivel nunca imaginado. La estrategia de Sasaki fue esperar el tiempo perfecto para dar los golpes decisivos. Analizando una y otra vez la actuación de sus contendoras en anteriores partidos, descubrió que después de los goles, las estadounidenses entraban en un periodo casi de descanso. Así lo hicieron. Las pequeñas japonesas corrieron sin descanso y golpearon aprovechando los momentos de descanso de su rival.

Pero si Nadeshiko apretó en el campo constantemente, no menos importante fue la agilidad de Ayumi Kaihori en la portería, la encargada de bloquear los potentes tiros de las estadounidenses. Fue en últimas el control y los nervios de acero de Kaihori los que derribaron al dos veces campeón de la Copa Mundial de Fútbol Femenino.

Quienes creen que las japonesas tuvieron suerte de principiante, están equivocados. Quedaron en cuarto lugar en los Olímpicos de 2008 y han participado en todos los mundiales desde 1991. Antes ya habían ganado los Juegos Asiáticos en 2010.

Como en todos los países que tienen doble estándar creyendo que el fútbol masculino es más respetable que el fútbol femenino, las 21 de Nadeshiko habían tenido poco patrocinio hasta hace unos 5 años cuando la Asociación de Fútbol de Japón les dió más recursos. Sin embargo, a diferencia de la Liga Profesional Femenina de Futbol de Estados Unidos, estas mujeres japonesas han recibido poquísimo patrocinio privado. Muchas de ellas mantienen sus trabajos durante el día y entrenan durante la noche. Doblemente admirable si se tiene en cuenta que los futbolistas de la J League (liga masculina de fútbol) se dedican exclusivamente al fútbol.

El equipo japonés femenino sin duda dejó una gran lección aplicable a todos los equipos masculinos del mundo que se excusan aduciendo diferencias físicas de tamaño, fortaleza o simplemente de ánimo. Para ellas perder no era igual que ganar. Al lado de ellas, lamento decirlo, los hombres se ven increiblemente mediocres.

Recomendado:  El video (abajo).  1)Es muy interesante ver lo que sucede en los dos equipos previo a los tiros penalties.  Tanto el equipo japonés como el estadounidense son el más claro reflejo de sus respectivas sociedades.   2)  Fijarse en el primer penal y cómo lo tapó la arquera japonesa. 

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