Este ingenioso científico ha desarrollado una alternativa para reemplazar a la carne. La novedosa receta incluye soya, salsa para carne, y excrementos humanos. Toda una "exquisitez" que por ahora cuesta de 10 a 20 veces más que un suculento trozo australiano.
El científico se concentró en extraer proteinas de ese sedimento barroso que contiene excremento hallado por cantidades desde el humilde inodoro hasta las cloacas. El asunto es que este escatológico lodo es rico en proteinas porque a su vez está cargado de bacterias, que según Ikeda, son eliminadas del todo por el calor durante el proceso de preparación.
Pero para que parezca carne han tenido que ingeniérselas. El color rojo se lo dan algunos colorantes. El sabor, como no, no podría ser el original, así que para ello han recurrido a la tecnología de los sabores artificiales y a la proteina de soya.
El resultado: 63% de proteina, 25% de carbohidratos, 3% de lípidos, y 9% de minerales. Ah... y a las ventajas hay que sumarle las poquísimas calorías que contiene. Para un proceso que es engorroso de explicar, nada mejor que el video en el que juiciosamente Ikeda expone las bondades de la nueva comida, que bien podría salvarnos de morir de hambre en el planeta.
Ikeda es conciente de que a muy pocos se le ocurriría comer una "excreburguesa" - como se me ha ocurrido llamarla - . Afortunadamente el científico todavía se encuentra en etapa de investigación de mercados para hacerse a un nicho en el competitivo comercio japonés y ponerle el precio correcto para el consumidor.
El video es ilustrativo. Pero me pregunto algo, ¿por qué el video cierra con una imagen de una entidad oficial en China? Maquínelo usted mismo.
NOTA: El video puede contener imagenes que pueden provocar sensibilidad.
