viernes, 24 de febrero de 2012

CASCADIA: un nuevo gran terremoto en gestación.


Réplicas del terremoto 11M de Tohoku
superpuestas en la costa noroeste        
 nortemaericana.                                       

Después de un año del gran terremoto de Tohoku, el 11 de marzo, no sólo los científicos japoneses continúan analizando datos, fotos, y videos. Del otro lado de la costa, en Canadá y Estados Unidos la Asociación Americana de Ciencias Avanzadas convocó a un grupo de expertos para informar de las repercusiones de un  mega sismo en la costa del oeste americano.

Los hallazgos son escalofriantes y sugieren que un terremoto en la zona de subducción de Cascadia puede ser mucho más fuerte de lo esperado a lo largo de las costas de Washington, Oregon y British Columbia. Para los científicos, la zona de Cascadia no es otra cosa que una imagen espejo del área de Tohoku.

Para llegar a semejante conclusión, John Anderson, de la Universidad de Nevada, reunió todos los datos sobre el desplazamiento del suelo durante el terremoto de Tohoku y los superpuso sobre un mapa el pacífico de noroeste americano, que tiene una zona de subducción fuera de la costa, muy similar a la que causó el terremoto del 11 de marzo.

En Japón, las sacudidas más fuertes ocurrieron bajo el agua. El suelo marino se desplazó en algunos lugares hasta 45 metros provocando un mega tsunami. Si en Japón el impacto fue devastador, se teme que en las costas americanas la tierra a lo largo de de la costa sufra un impacto mucho peor por estar demasiado cerca de la zona de subducción.

Dicho esto, Seattle, Portland y Vancouver podrían sobrevivir de alguna forma a un evento de semejante magnitud, mas no así las todas las áreas urbanas en cuencas que pueden amplificar el movimiento del suelo por no tratarse de suelo completamente sólido.

Semejante panorama tiene al USGS (U.S. Geological Survey) trabajando en un análisis detallado que proyecta el comportamiento del suelo de las áreas urbanas cercanas a la zona de ruptura de Cascadia. La última vez, en 1700, Cascadia provocó un terremoto magnitud 9, igual al que sacudió Japón aquel 11 de marzo.

Entretanto, los científicos en Japón siguen estudiando para entender por qué el terremoto fue tan fuerte, cómo pudo formarse un tsunami de gigantescas proporciones y por qué fallaron en su predicción.

Según Kenji Satake, de la Universidad de Tokio, la comunidad científica creía que cada pequeño terremoto liberaba el estrés de la zona de subducción, al final sucedió lo contrario. Esa serie de terremotos pequeños van precedidos por uno gigante cada 700 años. De hecho, en un acto casi que de contrición, los científicos japoneses aceptan que fallaron al no remontarse en su propia historia sísmica de Tohoku que los hubiera llevado al año 869 y posteriormente a 1896.

Sin embargo, los sismólogos americanos no creen mucho en los ciclos que plantean sus contrapartes japoneses. Para ellos, el terremoto de magnitud 9 que sacudió el noroeste hace 300 años, fue tan solo el promedio de otros mucho mayores ocurridos en un pasado mucho más distante. Las proyecciones de un tsunami en el noroeste americano hablan de tsunamis de 9 metros de altura, lejos del monstruo de 45 metros que barrió con algunos pueblos japoneses. Mirando hacia Tohoku, 9 metros podrían ser un cálculo equivocado.