viernes, 30 de diciembre de 2011

2012: el dragón de agua

Se acerca ese 2012 que algunos interpretan como el fin del mundo, nada más equivocado. Es un año que sin duda seguirá siendo complicado, aunque no tan tremendo, dicen los expertos, como 2011.

El año lunar chino empezará el 23 de enero, y el año solar el 4 de febrero. El año lunar comienza con la segunda luna nueva después del solsticio de invierno, el año solar inicia con la primavera, normalmente entre el 4 y el 5 de febrero. El año lunar empezará en Colombia a las 02:39, el año solar será el 5 de febrero a las 13:24.

Comienzo por decir que es el año del dragón de agua. El dragón, animal poderoso, caprichoso y superior. Nada más qué hacer ante su potencia y su supremacía. Un año en el que continuamos con las tragedias de agua y los terremotos. Dicen los expertos que el elemento agua de este dragón ejercerá su dominio sobre la tierra que a la vez se nutre de lo que deja el líquido. Sigue la tierra saturándose, siguen las avalanchas, las inundaciones y el agua que desborda. Para unos nutre, para otros quita.

Ese poder del agua no es otra cosa que el yang -un elemento de fuerzas y energía poderosa. Puede ser destructivo y tomar la forma de un tsunami, de tormentas o puede ser impulsivo y transformarse en manifestaciones sociales imparables para provocar cambios políticos sociales y económicos. El yang también se manifiesta en la inteligencia, el coraje, la generosidad. Así que bien encaminado puede ser aprovechado para reformas de progreso. 2012 no será tranquilo pero tampoco será tan violento como este par de años pasados.

Otra corriente de la adivinación china sitúa el sureste como el punto cardinal que estará abatido por las tragedias y los desastres. Temen eventos destructivos en el sureste asiático, pero bien podrían también acontecer en America. Chile, Perú, incluso Colombia podrían estar en la baraja de los sufrimientos causados por el agua.

Se refieren los conocedores a un año que albergará atentados terroristas que podrían llegar a ser de la proporción del 11 de Septiembre. Y aquí donde es necesario traer a colación a mi amigo Salem Shahzad, un periodista de Pakistán a quien con dolor registré en mi blog luego de una muerte trágica. Salem, conocedor a fondo de los grupos radicales islámicos y de al-Qaeda, decía que 2012 era particularmente singular para los extremistas. Las tribus afganas esperan acontecimientos importantes. Están convencidos de que el teatro de la guerra estará listo en el Medio Oriente para que se desarrolle lo que ellos llaman “el fin de los tiempos” [nada que ver con las profecías mayas]. Hablan de combatientes emergiendo de las montañas en países como Siria –justo en problemas ahora – Iraq –que comienza a demostrarlo-, Líbano y Palestina… todo este concierto desestabilizador bajo el comando de Al-Mahdi –su mesías – que tiene como misión la restauración global del califato musulmán.

Todo esto arma el panorama estratégico de esos acontecimientos que parecen aislados en el Medio Oriente. Más allá de los titulares de prensa individuales, a la región hay que verla como un ajedrez en el que occidente va de carambola, sirve para hacer ruido y hacer de idiota útil. Si mi amigo Salem estuviera vivo, le preguntaría qué ha cambiado en el panorama con la muerte de OBL.

Así que se fue Estados Unidos de Irak, y debería irse con los pies en “polvorosa” de Afganistán. Ya cayó en la trampa una vez, y lo que es inconsistente a nivel económico y moral es que continué haciéndole el juego a quienes intentan minar su poderío económico para rendirlo a sus pies.

En Washington, Obama seguirá siendo igual de mediocre. Pinta a consolidar su reelección pero difícilmente. Eventos inesperados que lo ponen bajo el spot.  Europa… sigue pasándolo mal, pareciera hundirse. Sarkozy y Merkel unidos pero tan diferentes, marcan un derrotero exclusivista. Continúan las revueltas, las reacciones… el agua.

En Pyongyang, ahí está él, de 29 años y sin el poder. Un país pendiente de él, el mundo culpándolo a él, y él solo y perdido en el mando. Eso lo hace un líder peligroso. Tendremos que seguir viendo la amenaza de misiles Tapeodong volando por los aires japoneses y surcoreanos. China se fruncirá, Rusia también. Nada que hacer. Jong Un no es poderoso. No es ni siquiera la sombra de su abuelo, aunque lo hayan sometido a cirugías plásticas para hacerlo igual a él.

Myanmar (Birmania): Tal como lo advertí en mi blog hace casi un año, va por un derrotero diferente al que creía occidente. Prevención ante el cambio. Occidente no quiere ver a los generales libres, pero quizá sea su última opción. Su gente no está preparada para la modernidad. Podrían ahogarse como la zona rural de Vietnam ante cambios tan vertiginosos. Veremos un Myanmar acercarse a la libertad, muy a cambio de su preciosidad cultural.

En Rusia, Putin es Putin, aunque ahora los rusos se tiren a la calle. Ellos lo sabían, eligieron a Medvedev, a sabiendas que Putin no terminaría ahí. La dureza de Putin lo pondría a puertas de un sangriento conflicto en el Cáucaso.  Agua… las revueltas sociales, la sed de cambio.

América Latina sigue estática, estable, sin cambios aparentes. Colombia se retuerce y es un año en el que tendremos que tragar sapos del tamaño de una casa. Agua, agua. División, más polarización, revanchismo, diría que son los adjetivos que definirán a mi país el próximo año. Ni para atrás ni para adelante. Resultados buscados sin lograrlos. Estancamiento político, el poder mal entendido de las masas. Bogotá: el caos. Medellín se perfila.

El mercado de finca raíz no pareciera estar muy bien aspectado según los astrólogos, y la gente será más cautelosa para invertir, pero no esperan caídas tan severas como las de hace unos años. Se espera volatilidad en el sistema bancario, compañías de seguros, y otros relacionados con el dinero. Del dólar no se espera una caída estruendosa pero sí la vaticinan en 2013.

Aunque la industria en general sobrevive difícilmente, aquellas relacionadas con el cuidado de la salud y la educación tendrán muy buen año.

En 2012, un año de disputas y enfrentamientos será mejor guardar silencio se para no caer en polarizaciones. Las discusiones y los malos entendidos son los reyes de la jornada.