lunes, 19 de diciembre de 2011

COREA DEL NORTE: Kim Jong-Un, la nueva incógnita

Muere Kim Jong Il el 17 de diciembre a las 08:30 de la mañana, pero la noticia se riega como pólvora el lunes 19 en tiempo de Asia. Así termina casi una década de especulación sobre la muerte del líder norcoreano y en cambio emerge una nueva historia alrededor de su hijo más joven, Kim Jong Un, proclamado hoy como “gran líder” de Corea del Norte.

Para nadie era un secreto que Jong Il venía programando cuidadosamente el ascenso de su hijo menor. En febrero, este hombre quien se calcula está entre los 28 y 30 años, fue nombrado en un importante cargo en la Comisión Nacional de Defensa, el órgano más poderoso en Corea del Norte, que lo llevaría sin ningún tropiezo a heredar el cargo de su padre.

Jong-un apareció por primera vez durante una reunión del Partido de los trabajadores en septiembre del año pasado. Entonces, la prensa extranjera registró, de acuerdo a los informes de Yonhap, que Un no solo había recibido el rango de general de cuatro estrellas, sino el cargo de vicepresidente del Comité Militar Central del partido de gobierno – el Partido de los Trabajadores.

A partir de ese momento, su cara se hizo más visible y el mismo culto hacia la personalidad de su parte comenzó a gestarse. Fue físicamente adaptado a su abuelo para que su pueblo pudiera compararlo con el “Gran Líder” fallecido en 1994 y fuera aceptado por los octogenarios generales que lo rodean.

La pelea de Jong Un por el poder, será dura. A pesar de los esfuerzos de su padre por dejarlo sentado en el poder, y de una interna campaña propagandista por parte de la televisión estatal, hay rumores de pujas internas dentro de la cúpula militar. Y es que al fin de cuentas, para los curtidos militares, todo iba sobre ruedas hasta el derrame cerebral de Kim Jong il en 2008.

La primera foto que se conoció de Kim Jong-Un fue cuándo era un muchacho de 11 años que se disponía a educarse en Suiza bajo el nombre de Chol Pak, según el diario Welt. Sin embargo, ya se conocía del chico gracias a las memorias de un chef de sushi japonés que había trabajado en Pyongyang, y quien se refería a Un como “el príncipe”. El chef no guarda gratas imágenes suyas. Lo retrata como un niño de 7 años, vestido de militar, soberbio y altanero, con un carácter similar al de su padre.

Algunos analistas han estado en desacuerdo con la versión de que Jong-un haya estudiado en Berna. Según los records, el muchacho habría permanecido de 2000 a 2007 en la Universidad Militar Kim Il-sung y habría sido educado en su propia casa. Sin embargo, también es sabido que en Corea del Norte las historias se fabrican y es mucho más sencillo presentar al nuevo líder como un descendiente puro y leal, que uno que pudiera estar contaminado por ideas “revolucionarias” occidentales.

El sucesor está puesto, el espectáculo militar está servido pero quedan muchas dudas. La primera de ellas, es qué tan maduro está el sucesor para aceptar el cargo de acuerdo a la hoja de ruta de su padre. Qué tanto poder real tiene para ordenar y aglutinar a los miembros del círculo más íntimo de su padre en torno a sus ideas que desconocemos completamente. Cuál será su primera demostración de poderío.

Queda eso sí algo claro por el camino. Su padre respetaba la opinión de China, y acataba sus consejos. Kim Jong-il tenía relaciones fuertes con Beijing, que siempre veló por su protección incluso ante los eventos más difíciles como el lanzamiento de misiles de largo alcance hacia el mar de Japón. Con una diferencia de edad tan grande entre el politburó chino y el joven Jong-un se abre otra gran posibilidad, que el nuevo líder norcoreano funcione como una rueda suelta que termine por destrozar ese frágil equilibrio que a punta de malabares ha logrado la Península Coreana.