martes, 15 de noviembre de 2011

SIRIA: También caerás

La presión aumenta para el presidente sirio Bashar al-Assad, y el último golpe lo ha recibido de la propia Liga Árabe que ha suspendido a Siria de ese conjunto de naciones. Rusia, no ha tardado en pronunciarse en contra y acusa a la OTAN de estar patrocinando la violencia.
Siria, que irónicamente fue la fundadora de la Liga Árabe, ha pedido una reunión de emergencia para intentar reversar la decisión que vendrá acompañada de sanciones que serán impuestas el próximo miércoles. Recuerda que justo después de la expulsión de Libia en febrero, siguió la resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, que posteriormente abrió camino a la intervención de la OTAN en un país soberano.

En Libia no todos están satisfechos. La suspención siria provocó protestas principalmente en Damasco donde fueron atacadas las embajadas de Turquía, Arabia Saudita y Qatar. Los opositores de al-Assad han viajado a Rusia para persuadir a Moscú para que condene al presidente sirio y sirva de medidador para solucionar el conflicto.

El Canciller ruso, Sergei Lavrov insiste en que la decisión redirecciona el destino sirio a uno poco transparente, y asegura que por algún lugar están entrando armas de contrabando a Siria y que están en manos de los extremistas. Rusia se ha comprometido repetidamente a evitar de que Siria sea una segunda Libia y promete vetar la resolución que se votará en Naciones Unidos el próximo 5 de octubre.

Un poco antes de la expulsión de Siria de la Liga Árabe, Damasco había acordado suspender la ofensiva sobre grupos de oposición armada, retirar al ejército de las zonas urbanas y permitir la observación de observadores y periodistas internacionales. Sin embargo, en los últimos días se ha informado de por lo menos 250 civiles libios muertos durante el conflicto armado en la ciudad de Horns.

En el espectro árabe no hay que olvidar que Irán es un aliado clave para Siria, y que una posible intervención puede ser interpretada como un “pre ataque” a Irán, que se sentirá más aislado y rodeado por fuerzas de la OTAN. La oposición siria argumenta que dentro de las fuerzas del gobierno se encuentran grupos de brigadas de la Guardia Revolucionaria iraní. Lo cierto es que Irán tiene todo para perder con la caida de Assad y Occidente mucho por ganar. En Damasco también están las oficinas principales de Hamas y de Hezbollah, y es allí desde donde se coordinan no solo las labores diplomáticas sino de abastecimiento. De hecho Hezbollah ha dejado claro que un ataque en Siria sería el equivalente a provocar un conflicto regional a gran escala.

Todo el panorama deja la sensación no solo de estar repitiendo los pasos de Libia, sino de ser testigos del desarrollo lento de un acorralamiento a Irán buscando como excusa a Siria. Moscú lo sabe y por eso no dejará de repetir que Assad necesita más tiempo, que en Siria se está orquestando una intervención desde el exterior, y que la única opción debe ser la negociación. Vale la pena preguntarse, a quién beneficia la inestabilidad siria y a nombre de quien son todos esos muertos.