En lo más profundo de un gusano de computador, que según los expertos, ha sido diseñado para frenar la carrera armamentista nuclear de Irán se encuentra un código que muchos han considerado una referencia directa al Libro de Esther del Antiguo Testamento, que narra cómo los judíos desactivaron un plan de los persas para destruirlos.
La palabra clave es “Myrtus”, o mirto en español. Un arbusto poco frondoso de frutos rojos y pequeños, y flores blancas, particularmente apreciado en el mediterráneo por su fragancia y el aceite que se extrae de la planta. Pues bien, “myrtus” es una de las pistas que tienen los expertos para tratar de rastrear el origen del programa Stuxnet que tiene un comando específico para atacar equipos industriales.
Ningún país acepta ser su creador, pero tampoco ninguno lo niega. Ni Israel ni Estados Unidos se dan el lapo de aceptar que el programa tiene que ver con la unidad de ciber guerra que funciona dentro de sus respectivas unidades de inteligencia. Ninguno niega que desestabilizar los sistemas computarizados que controlan la enorme planta de procesamiento nuclear de Natanz, en Irán, sea un objetivo primordial.
Lo que intriga no solo los analistas, sino a los escritores que nutren las teorías conspirativas, es la presencia de ese “mirto” dentro del código del gusano. Los expertos en seguridad aseguran que “myrtus” es como una firma que hace alusión al Libro de Esther y que no es otra cosa que la afirmación de que hay una guerra sicológica y tecnológica que está librando Israel y cuyo único objetivo, en este caso, es el sabotaje del secretísimo plan nuclear de Irán. Otros, dudan que haya agentes israelíes involucrados en el proyecto y más bien ven al “mirto” como un código que busca deliberadamente causar confusión y desinformación.
El mirto es particularmente importante en la liturgia judía. Es una de las cuatro plantas sagradas del Sukkot, la Fiesta de los Tabernáculos. El mirto, que tiene una buena fragancia pero un sabor desagradable, pretende representar a quienes, en una comunidad, tienen un buen balance a su favor a pesar de no conocer el Torah. En lo que se refiere al Libro de Esther, la conexión es menos evidente. Sería necesario ser un gran conocedor del Antiguo Testamento para saber que el nombre original en hebreo de la Reina Esther era Hadassah, muy similar también en hebreo a la palabra para mirto.
La paranoia iraní va en aumento, no solo por la presión internacional, sino porque varios de sus científicos nucleares han desertado y han comenzado a revelar datos neurálgicos del plan nuclear de Irán.
El gusano ha sido diseñado para atacar ciertos computadores industriales de Siemens utilizados en el control de ductos petroleros, plantas generadoras de electricidad, y plantas nucleares. A pesar de que ha rodado ya por otros países, se cree que su objetivo son los equipos de control nuclear de Irán. Llegar al tipo de equipos que utiliza Teherán en su programa ultrasecreto, fue relativamente fácil. El año pasado Dubai decomisó un enorme cargamento de controladores Simatic S7, que según varias agencias de inteligencia occidentales no tenía otro destino que Irán.
Coincidencialmente, y aunque el Presidente de Irán, Mahmoud Ahmadinejad, lo negara en Nueva York, a partir del verano del año pasado las centrifugadoras iraníes empezaron a registrar averías severas. Los expertos aseguran que la versión más rudimentaria del Stuxnet apareció a principios de 2009 y que una más sofisiticada corre desde enero de este año. Las miradas automáticamente se dirigen a la Unidad 8200 –encargada de la ciberguerra– en Israel, y a la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos, que no hace mucho estableció su propio Ciber-Comando.
Siemens, el fabricante de las computadoras infectadas, no sabe si los equipos iraníes están contaminados. Argumenta que por el embargo económico sobre Teheran la compañía se abstiene de vender computadores a Irán, pero bien podría darse el caso de que las máquinas sean vendidas a un tercer país y luego sean re despachadas hacia puertos iraníes. De hecho, el cargamento detectado en Dubai, había salido de China.
Si algunos no tienen duda que el gusano fue creado en laboratorios israelíes, otros tienen una teoría, que no por ser diferente es incorrecta. Algunos laboratorios en Israel se tomaron el trabajo de simular el gusano, y lo estudiaron hasta llegar a su código más profundo y concluyeron que en realidad se trata de un ataque del más alto nivel de espionaje industrial contra Siemens y lo ven más bien como si fuera un tipo de experimento académico. A su favor hay un hecho irrefutable: Stuxnet golpeó primero en India, Indonesia y Rusia antes de llegar a Irán. Stuxnet tampoco tiene un código que informe resultados de la infección que ha creado.
Foto: El Presidente de Irán, Mahmoud Admadinejad visita la Planta Nuclear de Natanz. Abril 8, 2008. Msnbc.com