domingo, 15 de agosto de 2010

COLOMBIA: El hallazgo de "barbaroja"

El lejano departamento del Caquetá en Colombia poco se conoce. Quienes saben de su existencia se refieren a la noticias, a las malas noticias. A la guerrilla y a los narcotraficantes principalmente. La imaginación vaga hasta lugares tupidos de vegetación virgen. La misma vegetación que todos queremos mantener pero que irónicamente acoge perfectamente a los criminales y oculta a sus secuestrados. Bella, traicionera, inexpungable, como otras selvas.

Las buenas noticias llegan a través del canal de noticias Discover (ojo, no Discovery) que nos cuenta que por fin encontraron a "Barba Roja": un mono tití precioso que se conocía de oídas pero del que no se había confirmado su existencia. Lo encontraron en el Caquetá. La mala nueva es que está en vías de extinción, agoniza su especie, junto con otras 20 de monos tití que merodean por la cuenca del Amazonas.

La CBS lo ha registrado con alborozo, pero no precisamente por la característica del tití, sino por lo monógamo - "al nivel de poner a los humanos en vergüenza" - dice el informe del canal. Según Thomas Defler, quien junto a Marta Bueno y Javier García - de la Universidad Nacional de Colombia - ha escrito un completo estudio sobre Conservación de Primates, cada pareja de monos tití tiene cerca de una cría por año. La cría es educada por padre y madre (no llegamos los humanos a semejante compromiso). Todos los bebes tití son consentidos y cuando están contentos se acarician unos con otros, como lo haría una madre al refregar su nariz contra un cachete de su recién nacido.

Los 8 años de seguridad democrática de Uribe sirvieron, aunque muchos en Colombia digan lo contrario. Así que Deflelr se embarcó en la aventura hasta el Caquetá, mucho menos violento que unos años atrás, apoyado por Javier García, caqueteño de nacimiento.

García, que hace su maestría sobre monos tití, estima que menos de 250 monos de esa especie existen en el Caquetá. Una vergüenza ecológica, sin duda. La principal razón no es otra que los bosques han caído para dar paso a tierras cultivables, y por que no , a cultivos de coca. Literalmente los monos tití han quedado cercados. No solo tienen que cruzar llanuras inmensas sino enfrentar peligrosos alambrados. Llegar hasta el próximo bosque es todo un reto de supervivencia.

30 años duraron buscando entre Ecuador, Perú y Colombia, a este especialísimo tití. Particularmente ejemplar la hazaña de García, que desde hace 3 años, con GPS en mano y largas caminatas por la selva, ha logrado identificar 13 grupos de nuevas especies. Según los biólogos, el mono tití tiene uno de los mas complejos llamados del reino animal, que utiliza cada mañana para marcar territorio.

Los biólogos esperan, especialmente García que cuando los líderes del mundo se encuentren en Japón a finales de este año para la Convención de Biodiversidad Biológica, se comprometan con la creación de muchas mas áreas protegidas para asegurar la supervivencia de todos aquellos animales en vías de extinción.

Asi pues, no olvide el nombre: Callicebus Caquetensis. Así se llama el bellísimo animal de esta historia.

Fotografía: Javier García, Conservación Internacional.