« Una falla sistemática ha ocurrido, y la considero totalmente inaceptable », fueron las palabras de Obama al referirse al fallido intento de un terrorista de hacer volar en pedazos, sobre la económicamente ya golpeada ciudad de Detroit, el vuelo de Northwest 253. Todo fue cuestión de suerte, un detonador que no cumplió su misión, y un grupo de pasajeros que se avalanzaron como fieras sobre el nigeriano Umar Farouk Abdulmutallab.
Las explicaciones de Janet Napolitano, la Secretaria de Seguridad del Estado, fueron un mar de contradicciones. Por un lado insistía en que los encargados habían seguido todo el protocolo de seguridad antes de que el nigeriano abordara la nave, pero era incapaz de explicar por qué se le permitió subir abordo aun cuando figuraba en una lista de sospechosos, y por que no había policías de civil en ese vuelo, como sí los hay en aviones estadounidenses que parten desde otros destinos. Pareciera que Napolitano bien podría estar entre la baraja de altos funcionarios que tendrá que ofrecer su cabeza para tomar responsabilidad por semejante descalabro de seguridad.
Obama intenta conectar los hechos, y mientras tanto, la gente debate si se trata de un obvio resurgir de al-Qaeda. Entre tanta información que surge llama poderosamente la atención el nombre de Anwar al-Awlaki, un ciudadano estadounidense descendiente de yemeníes afincado en el mismo Yemen. No se trata de un desconocido para las agencias de inteligencia. Su cercanía con los secuestradores de los vuelos del 11 de septiembre era notable, e incluso con el Mayor Nidal Hassan, el autor de la masacre en la base militar de Fort Hood en Texas. Con este último se habría conocido en la mezquita de Dar al-Hijrah en Virginia.
No se trata de cualquier persona. Awlaki es un hombre educado y bien preparado en Estados Unidos, y conoce al dedillo la política y la cultura estadounidense. Un interesantísimo informe en The Guardian, escrito por Zahed Amanullah, deja ver como al-Awlaki, acepta públicamente que, al estar toda la literatura de la jihad en árabe, él se ha convertido en el traductor de todos aquellos musulmanes en occidente que quieren enrolarse con la causa, y por supuesto, en su puerta de entrada. Incluso dice el mismo informe, que Awlaki se ha convertido en una especie de juez supremo que condena en su pagina web," a los musulmanes estadounidenses por su hipocrecía y su traición al mundo musulmán".
El nigeriano Abdulmutallab ha comenzado a hablar su relación con Awlaki no solo como líder espiritual sino en la preparación del fallido atentado. Un análisis de The Times de Londres dice que « Abdulmuttalab se reunió con Awlaki durante las semanas finales de su entrenamiento y adoctrinamiento previo a su misión suicida », y se refiere a una gran controversia entre el gobierno de Yemen y el del Reino Unido, que se acusan mutuamente de haber sido el semillero en el cual el nigeriano fue reclutado y radicalizado. En medio de la disputa, dice el mismo diario, Abdulmutallab ha dicho que el es tan solo uno de los muchos que se entrenan actualmente en Yemen con el objetivo de atacar. Por eso, la inclusión de Yemen dentro del grupo de paises cuyos ciudadanos merecen atenta vigilancia.
Pero la pregunta mas interesante es por qué el nigeriano no intentó volar el avión en cualquier otro punto del vuelo, sino sobre Detroit.
La estrategia sería tan siniestra como el mismo atentado. Detroit tiene las dos mezquitas más grandes de los Estados Unidos, y una gran comunidad musulmana. No es descabellado pensar que lo que pretendía el ataque era empeorar las ya complicadas relaciones entre los servicios de seguridad estadounidenes y los musulmanes de Detroit, que en medio de su ira contra el estado se verían tentados a sumarse al rebaño de Awlaki. La comunidad musulmana de Detroit no solo dice sentirse discriminada por su religión y maltratada por los servicios secretos, sino que también se encuentra cercada por la misma al-Qaeda, que a través de Alwaki les ha hecho saber que « no pueden escapar de al-Qaeda, como tampoco podrán hacerlo los infieles ». Trágico, sin lugar a dudas.
La expresión « connecting the dots » o « conectar los datos » empleada por Obama en su discurso de mea culpa luego de conocerse el fallido atentado, no pudo ser mas acertada. Mientras en muchos paises obtener una visa para entrar de turismo a los Estados Unidos se ha convertido en un proceso engorroso, desagradable y oneroso, en otros que no la necesitan se hace evidente que el formulario de ESTA que deben escribir todos los pasajeros antes de entrar a la nave para obtener a su vez permiso de ingreso a la misma es una tomadera de pelo.
En el caso del terrorista nigeriano es vergonzoso. Y visto en retrospectiva pareciera algo tan fácil como coger un lápiz y unir el uno, con el dos, y con el tres. 1) En la lejana Nigeria un padre se presenta para informar que su propio hijo puede estar convirtiéndose en un terrorista. 2) Se incluye a Abdulmutallab en la lista del Centro Nacional Contra el Terrorismo -55 mil nombres en ella-. 3)El nigeriano tiene visa multiple de ingreso a Estados Unidos. No la suspenden ni la revocan. Argumentan, que no existía un protocolo para ello porque la advertencia de su propio padre y la inclusión en la lista no eran suficientes. (Y entonces, me pregunto para qué es la lista ...) 4)En verano, la Agencia Nacional de Seguridad, intercepta varias comunicaciones que decían que la rama de al-Qaeda en Yemen preparaba un atentado terrorista y que un nigeriano sería quien lo ejecutaría. 5) El nigeriano pagó en efectivo por su billete aereo -igual que los autores del 11S, y Richard Reid, el de la bomba en el zapato- .
La conexion de datos no termina en este punto, eso es seguro. Por lo pronto quienes se frotan las manos de alegría son quienes fabrican todo tipo de escáneres y gadgets de seguridad. Así que irónicamente por cuenta de al-Qaeda, muchos -especialmente en Israel- , serán muchísimo más ricos, y otros tendremos que sufrir las humillaciones de pasar por cacheos, escáneres y detectores de comportamiento que nos impondrán un control mas férreo sobre nuestras emociones y palabras. Para estos bien pagados expertos, "una mirada tuya bastara para arrestarte".
Imagen: CBS News