sábado, 6 de junio de 2009

RED BULL - 0.4 MICROGRAMOS DE COCAINA

Mientras Colombia pone una altísima cuota en sangre y en estabilidad política y militar por cuenta del narcotráfico y de los grupos paramilitares de izquierda y derecha que se benefician del comercio ilícito de drogas, otros se llenan los bolsillos a punta de bebidas energizantes.

Los datos sobre la presencia de cocaína en la popular bebida energizante Red Bull, llegaron de la mano de las autoridades de salud austriacas, que confirmaron que las bebidas de esa marca comercializadas en Austria contenían 0.4 microgramos de cocaína por litro. La noticia, que en otro momento hubiera provocado un gran escándalo, rápidamente quedó sepultada gracias a las fiestas nudistas de Berlusconi y al trágico accidente del vuelo 447 de Air France.

Lo que un principio parecía quedar en el olvido, volvió a tomar nuevo impulso luego de que las autoridades de Taiwán confiscaran cerca de 18000 cajas de los productos estrella de Red Bull – Red Bull Cola, Red Bull Sin Azúcar, y la energizante Red Bull, al encontrar que la mayoría de las muestras contenían de 0.1 a 0.3 microgramos del alcaloide por litro. Hong Kong ha sido el siguiente en informar que las bebidas analizadas en la isla contienen cocaína y ha ordenado el retiro inmediato de tiendas y supermercados.

Red Bull ha negado enfáticamente los cargos y argumenta que otros estudios realizados a las mismas bebidas no han mostrado rastros de sustancias ilegales, pero ha aceptado que el extracto de hoja de coca decocainizada es utilizado para darle sabor a algunos de sus productos. Mientras las oficinas de Red Bull en California insisten que el uso la hoja de coca “light” es aceptable en muchos países, incluyendo los Estados Unidos, y es considerada segura, la bebida ya ha sido prohibida en Jordania, algunas partes de Alemania, y pareciera seguir el mismo curso en ciertos países asiáticos.

Las acusaciones contra Red Bull y otros energizantes no son nuevas. Conocida por estudiantes y adolescentes como “cocaína líquida” ha demostrado ser no solo un potente energizante que causa efectos inmediatos en el ritmo cardiaco y el desempeño muscular, sino que combinada con vodka se ha convertido en una potente sustancia que permite a sus consumidores mantener un ritmo frenético de actividad y emborracharse con el coctel sin sentir cansancio o confusión. Lo curioso es que aunque las autoridades de salud de Europa, Estados Unidos y ciertos países de América Latina, saben de la existencia del coctel y del peligro que conlleva, permiten su venta sin ningún tipo de restricción en bares y clubes nocturnos.

Los toxicólogos aseguran que el efecto de semejante combinación podría estar provocando más accidentes de tránsito, por cuanto el efecto depresivo del alcohol es contrarrestado por el efecto estimulante del hiper cafeinado Red Bull y enmascara el nivel de intoxicación en el consumidor, tal como lo haría una dosis de cocaína. En Europa, a pesar de que varios han muerto luego de unas cuantas dosis del coctel, los forenses no han podido encontrar una relación definitiva y contundente de los decesos con la sustancia para pedir su prohibición.

Pero el tema toxicológico y de salud pública nada tiene que ver con las dudas que surgen a partir de esta historia y su relación con la lucha contra los cultivos ilícitos en Colombia y otros países de América Latina. En las afirmaciones de los ejecutivos de Red Bull puede estar la respuesta a por qué, aunque las autoridades colombianas llevan una lucha titánica contra la amapola y la coca, los cultivos parecen retoñar de la noche a la mañana. Si Red Bull GmbH – como se llama la marca que produce estas bebidas energizantes – vende en un solo año más de 3 mil millones de unidades, y muchas de ellas tienen como saborizante la hoja de coca – por más descocainizada que sea–, los países que luchan contra los cultivos ilícitos están en su derecho de pedir explicaciones y Red Bull en la obligación de darlas.

Me gustaría saber cuál es el proceso económico que se da detrás del extracto saborizante de coca. Quiénes son sus proveedores, si lo reciben procesado o si por el contrario lo transforman en sus plantas en todo el mundo, por qué canales reciben el producto, y bajo qué triquiñuela se amparan para legalizar la compra de un producto que sale de un cultivo ilícito. Porque no nos digamos mentiras, llevamos una lucha a todas luces desigual y se hace cada vez más necesario contemplar la legalización de los cultivos. ¿Mientras en Colombia nos matamos, quién recibe el dinero por la venta del extracto de coca a Red Bull? ¿Por qué satanizar un cultivo, que decocainizado, como dicen los ejecutivos de Red Bull es aceptado en todo el mundo?

Antes de terminar, permítanme una sugerencia. Estén atentos a las conversaciones de sus hijos y si ustedes los oyen hablar de una “jagerbomb”, o un “turbojager”, o una sofisticada “perla negra” no crea que hablan precisamente del último juego de Play Station. Se refieren al coctelito de Red Bull con vodka. Pásense por cualquier bar y pregunten cómo se conoce en el ambiente de su país, eso quizá les abra los ojos y les evite desagradables sorpresas.