viernes, 29 de febrero de 2008

KOSOVO, una problemática victoria

Mientras Serbia llora la decisión de Kosovo de marcharse de la casa y llama a consultas a todos los embajadores de aquellos países que osaron reconocerla como miembro de la comunidad internacional, Abkhazia, y Ossetia del Sur repúblicas rebeldes de Georgia, piden a la Unión Europea y a Rusia que sean reconocidas de una vez por todas como independientes.
Justamente ese era el temor de Vladimir Putin y espera que Rusia se abstenga de reconocer cualquier nuevo estado que surja de los Balcanes. "Kosovo es un terrible precedente, que contraviene de hecho todo el sistema de las relaciones internacionales, desarrollado no en décadas sino en siglos. (Los estadounidenses) no han pensado en las repercusiones de lo que están haciendo. Al final de cuentas es un palo de doble punta y la segunda terminará por volverse en su contra y golpearles en la cara". Putin se refiere sin duda también Kurdistán que lucha desde hace décadas por independizarse de Irak y conformar una nueva república que también involucra una parte del territorio turco.
Estados Unidos, Alemania, Gran Bretaña y Francia respaldaron la existencia de Kosovo, pero otros prefirieron el silencio. No es para menos. En Bélgica esperan los flamencos, Chipre del Norte - separatista de la Republica de Chipre, Bosnia en Serbia, en España espera el País Vasco, en China espera el Tibet, y en el Medio Oriente, Palestina.

Hay quienes piensan que la independencia de Kosovo poco tiene que ver con la separación étnico religiosa entre musulmanes y cristianos y sí mucho que ver con "Ductonistán", que no es otra cosa que un gran número de bases militares estadounidenses y de la OTAN estratégicamente ubicadas en el proyectado oleoducto transbalcánico que va desde el Mar Negro en Bulgaria, pasa por Macedonia, Albania, y luego de 894 kilómetros por fin llega a Turquía. El mega proyecto que será operado por AMBO (Albania Macedonia Bulgarian Oil) ronda los 1.5 mil millones de dólares e involucra el transporte de 750 000 barriles de petróleo por día. Kosovo entra en el panorama porque justo en el sur, cerca de la frontera con Macedonia, se construye el Campo Bondsteel, una enorme base estadounidense que funcionará bajo el paraguas de la OTAN y que ocupa 400 hectáreas. Así que la base no solo tendría la misión de ayudar al naciente estado kosovar en temas de seguridad sino salvaguardar el oleoducto. Una forma más de hacerle el quite al sabotaje petrolero y gasífero de Rusia e Irán. Lo que más suspicacias causa es que Kellogg, subsidiaria de Halliburton, lamultinacional energética de comprobada cercanía al gobierno del presidente Bush, es la constructora de la base militar.
Sin embargo, situar la independencia de Kosovo solo en la teoría "imperialista" de los Estados Unidos y la OTAN es descabellado. Es negar de un solo tajo la historia y olvidar las tensiones ineterétnicas que llevaron a una de las peores masacres de la historia. Los serbios del norte de Kosovo -que ahora también quieren independencia del nuevo país,- se sentían maltratados por la mayoría albanesa y le dieron la excusa perfecta a Slobodan Milosevic presidente de Yugoslavia para reducir las ventajas del estado autónomo kosovar y aplastar las libertades de los kosovares musulmanes. Poco después se formó el grupo pro separtista por la independencia de Kosovo que a la postre combatiría bajo el nombre de Ejército para la Liberación de Kosovo (UCK).

Rusia y Serbia insisten que el nuevo país es un refugio de gangsters y mafiosos, afirmación no del todo incorrecta si se tiene en cuenta que las filas del UCK contaban con importantes relaciones con las redes tráfico de opio y heroína desde Afganistán y Paquistán hacia Europa, según el diario ruso Ogoniok. La UCK habría recibido según el diario italiano Corriere della Sera un número indeterminado de armas de diferentes calibres durante su lucha independentista. Incluso, no pocos informes de prensa señalan que el grupo ha tenido conexiones estrechas con al-Qaeda.

Con la propuesta independencia de Kosovo se espera que unos y otros no cobren venganza. La violencia podría arreciar con el desplazamiento forzoso de los serbios kosovares que viven en la naciente república, o de los pocos enclaves albaneses que viven en el norte y en el sur de Serbia. Pero lo que más se teme es que las comunidades albanesas étnicas que viven en Macedonia y Montenegro decidan también unirse a Kosovo. Es decir se dé la chispa que promueva el desconocimiento internacional de las fronteras, situación que según los analistas, nos devolvería a 1914, antes de la Segunda Guerra Mundial.

La situación es compleja. La pregunta del millón es si Serbia estará dispuesta a reclamar militarmente a Kosovo y si las fuerzas de la OTAN responderían a la confrontación. Si la OTAN interviene lo hace con Estados Unidos, si Serbia interviene, lo haría con Rusia. La OTAN estaría defendiendo un territorio básicamente musulmán, Rusia estaría respaldando a la cristiana serbia. ¿Será posible que Kosovo termine, como dice el posible sucesor de Putin, Dimitri Medvedev, incendiando a Europa?