Buenos días.
El Primer ministro del Japón, Shinzo Abe, renunció y dejó a todo el mundo viendo un chispero. Mientras muchos lo tildan de irresponsable otros están completamente seguros de que su decisión es un movimiento brillante en la escena política japonesa.
El se retira y le roba al Partido Democrático de Japón su momento estelar luego de la derrota del partido oficialista (LDP) en las pasadas elecciones de julio. Deja abierto el camino para que el partido de gobierno se reconcilie con los votantes.
Abe se aburrió. No solo soporta desde hace algún tiempo una enfremedad crónica gastrointestinal, sino que había advertido que de no lograr apoyo a la extensión de la misión de la Fuerza Marítima del Japón (MSDF) en aguas del Océano Índico, renunciaría. No imaginen camuflados japoneses en tierras asiáticas. Abe se refería a la misión de reabastecimiento de combustible para los buques de la fuerzas multinacionales que combaten contra los Talibanes y al-Qaeda en Afganistán. No falta quien imagine que los japoneses andan surtiendo de gasolina a sus colegas estadounidenses. Nada más lejos de la realidad. Solo el 30% del surtido ha ido a parar a los tanques de las naves americanas.
El LDP, el partido de gobierno, necesita re inyectar el dinamismo característico del ex Primer Ministro Koizumi y dejar de lado los diferentes escándalos que aunque venían de años anteriores reventaron en manos de Abe. No pocos son los informes que incluso implican a Abe en malos manejos financieros. Así están las cosas.
El próximo Primer Ministro del Japón ha de ser elegido el miércoles 25 de septiembre. El más opcionado es el ex Ministro de Relaciones Exteriores Taro Aso, un curtido político que aunque ha tenido resbalones verbales que inquietan a China, ha logrado un amplio apoyo dentro del parlamento japonés.
Otro en la baraja es Yasuo Fukuda de 71, que no podrá ser tan joven pero es pacifista por convicción y transmite la sensación de madurez y experiencia. El "sardino" Abe debió dejar un sabor amargo entre quienes habían pensado que Japón debería ser gobernado por políticos jóvenes que estuvieran un poco más acorde con las nuevas realidades internacionales.
Contrario a lo que muchos piensan, las implicaciones en la política internacional no serán mayores. Ninguno de los posibles candidatos entrará en una confrontación directa con China, todos seguirán buscando estupendas relaciones con Seul. Las relaciones con Estados Unidos seguirán por el mismo camino de la cooperación. Aunque algunos prefieren que el país no se involucre en asuntos internacionales, la gran mayoría piensa que Japón puede y debe actuar en la escena internacional - el asunto es determinar a qué nivel.
Abe, o Fukuda? No se por qué razón sigo pensando que el as bajo la manga puede ser el ex Primer Ministro Koizumi. Nada de raro que repita.
Saludos,
Foto: Taro Aso
El Primer ministro del Japón, Shinzo Abe, renunció y dejó a todo el mundo viendo un chispero. Mientras muchos lo tildan de irresponsable otros están completamente seguros de que su decisión es un movimiento brillante en la escena política japonesa.
El se retira y le roba al Partido Democrático de Japón su momento estelar luego de la derrota del partido oficialista (LDP) en las pasadas elecciones de julio. Deja abierto el camino para que el partido de gobierno se reconcilie con los votantes.
Abe se aburrió. No solo soporta desde hace algún tiempo una enfremedad crónica gastrointestinal, sino que había advertido que de no lograr apoyo a la extensión de la misión de la Fuerza Marítima del Japón (MSDF) en aguas del Océano Índico, renunciaría. No imaginen camuflados japoneses en tierras asiáticas. Abe se refería a la misión de reabastecimiento de combustible para los buques de la fuerzas multinacionales que combaten contra los Talibanes y al-Qaeda en Afganistán. No falta quien imagine que los japoneses andan surtiendo de gasolina a sus colegas estadounidenses. Nada más lejos de la realidad. Solo el 30% del surtido ha ido a parar a los tanques de las naves americanas.
El LDP, el partido de gobierno, necesita re inyectar el dinamismo característico del ex Primer Ministro Koizumi y dejar de lado los diferentes escándalos que aunque venían de años anteriores reventaron en manos de Abe. No pocos son los informes que incluso implican a Abe en malos manejos financieros. Así están las cosas.
El próximo Primer Ministro del Japón ha de ser elegido el miércoles 25 de septiembre. El más opcionado es el ex Ministro de Relaciones Exteriores Taro Aso, un curtido político que aunque ha tenido resbalones verbales que inquietan a China, ha logrado un amplio apoyo dentro del parlamento japonés.
Otro en la baraja es Yasuo Fukuda de 71, que no podrá ser tan joven pero es pacifista por convicción y transmite la sensación de madurez y experiencia. El "sardino" Abe debió dejar un sabor amargo entre quienes habían pensado que Japón debería ser gobernado por políticos jóvenes que estuvieran un poco más acorde con las nuevas realidades internacionales.
Contrario a lo que muchos piensan, las implicaciones en la política internacional no serán mayores. Ninguno de los posibles candidatos entrará en una confrontación directa con China, todos seguirán buscando estupendas relaciones con Seul. Las relaciones con Estados Unidos seguirán por el mismo camino de la cooperación. Aunque algunos prefieren que el país no se involucre en asuntos internacionales, la gran mayoría piensa que Japón puede y debe actuar en la escena internacional - el asunto es determinar a qué nivel.
Abe, o Fukuda? No se por qué razón sigo pensando que el as bajo la manga puede ser el ex Primer Ministro Koizumi. Nada de raro que repita.
Saludos,
Foto: Taro Aso
