viernes, 31 de agosto de 2007

Luna que se quiebra sobre las tinieblas de mi soledad


Buenas tardes,

Estadounidenses, chinos, japoneses y hasta indios andan embelesados con la idea de que en 2020 tendrán todos y cada uno de los integrantes de las grandes ligas sus bases en los románticos cráteres lunares, a 385000 kilómetros de casa.

Hasta la fecha 59 intentos de 122 hechos a nivel mundial han sido exitosos. En Asia, JAXA, la Agencia de Exploración Aeroespacial del Japón, parece llevar la batuta. El próximo 13 de septiembre lanzará a Kaguya, su satélite lunar. China por su parte, sigue adelante con su programa lunar Change I e insiste en que su interés es puramente científico y no de competencia con otros países.

India ha dejado saber que planea invertir cerca de US$1.5 mil millones de dólares en el próximo quinquenio para enviar su primera misión propia tripulada al espacio en 2015 y a la luna en 2020. La NASA por supuesto forma parte de la singular carrera y este mes ha publicado una lista que incluye los principales objetivos lunares luego de haber consultado con cerca de 1000 empresarios para desarrollar el comercio lunar.

La tierra no podrá sostenernos por mucho tiempo más y desde hace tiempo los científicos han insistido en que los recursos lunares serán la salvación. Una luna precios$$a, llena de reservas de aluminio, magnesio, titanio, hierro y silicio -perfecto para los paneles solares-, un suelo cargado de oxígeno -ideal no solo para hacerlo respirable sino utilizable para fabricar combustible-, y por supuesto, hidrógeno. Eso sin contar que muchos afirman que el suelo lunar es perfecto para derretirlo y obtener estupendos ladrillos.

Al desmedido apetito por la luna ayudan los astronautas que afirman que aunque faltan décadas para explotar perfectamente las bondades lunares, ya se contempla que una tonelada de helio-3 fusionado puede producir petróleo al envidiable precio de US$30 dólares por barril. Así que para quienes han visto Futurama de Canal Fox la sorpresa no será tan desagradable. Para quienes suspiran con boleros y reggae bajo la luz de la luna será terminar con lo poco que queda. Tendrán que imaginar la otrora inalcanzable luna en una habitada por robots, torres de energía, estaciones científicas, puntos turísticos y tumbas por supuesto.

La Agencia Federal Espacial de Rusia, junto a Space Adventures de California y JTB -una importantísima agencia de turismo japonesa-, lo saben desde hace tiempo así que tienen entre sus planes un proyecto turístico que será viable dentro de tres años. Para eso está el Soyuz. Algo parecido a lo que han ofrecido para multimillonarios terrícolas que quieren viajar por el espacio: "2 x 1 a la luna, acompañado de un profesional guía astronauta. Viaje por tan solo US$100 millones de dólares".

Nos encontramos ante la alborada de nuevas construcciones. Shimizu Space Systems del Japón planea construir edificios inflables con campos de golf y canchas de tenis. El plan Shimizu incluye también un concepto revolucionario de instalaciones agrícolas. Hasta Paris Hilton tendrá su tajada. El famoso arquitecto británico Peter Inston ya ha presentado los diseños del Hilton International lunar. 5000 habitaciones, energía solar, agua pura de hielo lunar, restaurantes, iglesia -por aquello de las bodas y los funerales-, etc.

La NASA ya ha reclamado el derecho a tener su propia base o en el polo norte o en el polo sur de la luna y espera montarla en 2024. Y es lógico. Las bases serán las pioneras para el posterior desarrollo comercial lunar. Por lo pronto Boeing se ha hecho a un suculento contrato de US$1.13 mil millones de dólares para construir partes del "Ares" - un nuevo concepto de cohete cuyo trabajo será re enviar el hombre a la luna y fijar las bases del nuevo hogar terrícola. La NASA ha prometido por lo menos US$10.5 mil millones de dólares en contratos para compañías aeroespaciales involucradas en el futuro proyecto.

Expectativas, muchas. Nostalgia, mucha. Luna que se quiebra sobre las tinieblas de mi soledad. ¿A dónde vas?...

Saludos,

Foto: NASA