Buenos días,
"Misión Paz 2007" es el nombre que le ha dado la Organización de Cooperación de Shanghai (SCO) a los impresionantes ejercicios militares realizados este mes de agosto en Chelyabinsk, Rusia. Muchos se preguntan si China, Rusia, Kazakstán, Kirguistán, Tayikistán y Uzbekistán están a punto de conformar un nuevo Pacto de Varsovia, un contrapeso euroasiático a las fuerzas de la OTAN, habida cuenta de las deterioradas relaciones del Presidente de Rusia, Vladimir Putín, con occidente.
Las maniobras militares, que reunieron 6500 soldados, cerca de 500 vehículos de combate, 80 aviones, cerca de 3600 efectivos rusos y chinos, dos compañías paracaidistas (de 100 hombres cada una) de Tayikistán y Kazakstán, y un pelotón de Kirguistán, se dieron con el aparente objetivo de llevar a cabo el entrenamiento antiterrorista más importante de la región.
Sin embargo, un artículo del periódico ruso Kommersant, titulado "Maniobras alrededor de los Estados Unidos", ve los ejercicios y la posterior cumbre de líderes del SCO en Bishkek, Rusia, como parte de un esfuerzo por hacer retroceder a Estados Unidos o a la OTAN en todos los frentes. Se refería claramente al envío desde Estados Unidos de partes del escudo de defensa anti misiles que sería establecido en Europa del centro y del este, y al deseo de expulsar del todo cualquier influencia de la OTAN en el Asia Central.
Los chinos no comparten la idea. No se trata según ellos de crear un contrapeso a Estados Unidos sino de crear un nuevo orden internacional diferente al de Washington e insisten en que "Misión Paz 2007" no significa una alianza militar y que simplemente es un "nuevo tipo" de organización de seguridad regional.
India, aunque fue invitada, mira desde lejos y ha hecho saber que si bien está interesada en relaciones comerciales estrechas con Rusia, Asia Central y China, no está por la labor de enfrentarse a occidente en ningún tipo de cooperación militar directa. Más bien espera una relación cercana entre las fuerzas de la OTAN y la SCO. Ideal, si se tiene en cuenta que Afganistán y su base talibán es la pepa que atora no solo la seguridad de occidente sino la de todo el Asia Central.
Lo que sí parece claro es el nerviosismo de Putín a medida que se acerca el término de su segundo mandato en 2008. Muchos analistas han visto sus últimas intervenciones a favor de una nueva guerra fría como una táctica que le permitirá aglutinar a los votantes convenciéndolos de que cualquier crítica hacia el Kremlin es un maquiavélico plan orquestado por fuerzas extranjeras para evitar que Rusia vuelva a ser una superpotencia. Putín quiere seguir en el poder y cualquier excusa es válida para intentarlo. No querrá retirarse sabiendo que casi todos los países al sur y al oeste de Rusia están llenándose de misiles porque temen a una Rusia con afanes expansivos.
Lo cierto es que Rusia no está contenta con la influencia de la OTAN en sus antiguos territorios y sabe que ésta puede expandirse por Armenia, Azerbaián, Georgia, Kazakstán, Moldova, Turkmenistán, Ucrania, Belarrusia, Kirguistán y Tayikistán. Los esfuerzos diplomáticos rusos parecen ser en vano así que no le quedaría otra opción que la de invocar la opción militar unilateral o en forma de bloque aliado.
Dicen los objetivos de la Misión Paz 2007 que se debe luchar contra los tres demonios: el "terrorismo, el separatismo y las fuerzas radicales". A China le conviene, a Rusia le conviene. Tan separatista puede ser el Tibet como Kosovo. Tan "terroristas" pueden ser las fuerzas separtistas de las minorías musulmanas en Urumqi, China, como aquellos que buscan la independencia de Chechenia. Tan "radical" puede ser un ciudadano que lucha por la libertad de internet en Beijing, como el ex-campeon mundial de ajedrez Garry Kasparov detenido en una marcha por protestar contra el presidente ruso.
La OTAN pone la zanahoria, el problema está en cómo evitar que el conejo se deje tentar por semejante plato.
Saludos,
Foto: Peace Mision 2007 Xinhua.