miércoles, 30 de mayo de 2007

BOLIVIA ¿En qué va su refundación?

Buenos días,

Bolivia se prepara para una nueva Constitución que promete cambiar el panorama del país andino. Para bien o para mal, el proceso ha comenzado y tiene visos de ser uno muy complicado y espero que no sangriento.

Los bolivianos que creen en la democracia, una vez pasada la borrachera Evo, se preguntan si no marcharán hacia la anarquía y posteriormente hacia la dictadura. Se plantean si Bolivia no terminará convirtiéndose en un satélite venezolano por cuenta de las reformas. Por lo pronto parece reinar el caos. El poder judicial en crisis, un Tribunal Constitucional con serios problemas y el poder Legislativo a un paso de ser tomado en su totalidad por una sola bancada, son los síntomas más visibles.

La estrategia contra los magistrados del Tribunal Constitucional es muy similar a la seguida en Venezuela. La suspensión del Tribunal llegó luego de la trifulca entre Evo y los magistrados – 4 de 5- por haber cesado en sus cargos a cuatro jueces de la Corte Suprema de Justicia, designados por decreto presidencial en diciembre. La idea de Morales, dicen los entendidos, es suspender completamente el Tribunal Constitucional para luego nombrarlo también por decreto presidencial.

Se sabe que en el nuevo borrador, el MAS ha incluido la reelección presidencial. « Una sola vez » dicen los diputados del MAS, es decir solo dos mandatos consecutivos. Otra cosa muy distinta piensan los otros partidos que ven la reelección como un intento de hacer perdurar el gobierno de Evo Morales por lo menos hasta 2018, es decir, tres años menos de lo que piensa por ahora el presidente de Venezuela.

Hacen cuentas y no les cuadran. Cuando entre en vigor la nueva Constitución habrá borrón y cuenta nueva. Es decir convocarían a elecciones generales el próximo año, y si Morales gana de nuevo, comenzaría a contar un primer periodo que llegaría hasta 2013. Es de suponer, que en el quinquenio se esfuerce por ganar de nuevo los siguientes comicios llegando facilmente hasta 2018, si es que por el camino no encuentra la tentación de reformar de nuevo la Constitución.

El borrador también trae consigo otro punto en discordia : un Congreso « unicameral » frente al de dos cámaras que actualmente legisla en Bolivia. « Es para acabar con la burocracia » dice el MAS. « No estén tan seguros » dice la oposición. Según sus palabras, no hay nada que les garantice que Evo Morales no siga los pasos del Presidente Chávez y poco a poco vaya cerrando los espacios hasta lograr el control absoluto de Bolivia.

Pero si la reelección preocupa y la unicameralidad crispa los nervios, el nuevo Estado «plurinacional, social y comunitario » tiene pensando a los analistas, amigos y enemigos del proyecto boliviano.

Jorge Lazarte, diputado constituyente independiente y uno de los más respetados politólogos de La Paz, le ha dicho a Joaquim Ibarz –corresponsal de Vanguardia para América Latina - que «La Constitución que promueve Evo Morales abre el camino a la secesión del país. El hilo conductor de la propuesta es una nueva Constitución indigenista, que pretende declarar el Estado plurinacional que reconoce nacionalidades y comunidades indígenas, con territorio propio y competencias económicas, administrativas y culturales. Permite la libre determinación pero dentro del Estado boliviano ».

El asunto parece ser una guerra de palabras y de definiciones mal entendidas. Los opositores dicen que al reconocer varias nacionalidades se validan las demandas secesionistas de la rica zona de Santa Cruz, y se abre un boquete para que en corto plazo tengan derecho a reclamar internacionalmente un Estado propio. La confusión de los redactores del nuevo documento, según Lazarte, parecería estar en las definiciones de autonomía vs. autodeterminación, y multiculturalismo vs. plurinacionalismo.

De otra parte la prensa, como en Venezuela, también está de moda. Esta semana, refiriéndose al cierre de RCTV en Caracas, Morales dijo que en su país existía libertad de prensa y “libertinaje” de expresión, pero que no pensaba cerrar los medios de comunicación. Sin embargo, no pocos sospechan de la creación de un “observatorio de medios” propuesta por Evo para enfrentar a la prensa que “tergiversa” los hechos y que “forma parte de un complot contra su estabilidad”.

La Iglesia es el otro actor en discordia. Si ya ha perdido su exclusividad en otros países de América Latina, Bolivia será la próxima escala. La nueva Constitución terminará con el “Estado apostólico, católico y romano” para darle vía a un estado laico en el que todas las religiones son bienvenidas. Un golpe fuerte para el Vaticano si se tiene en cuenta que el 85% católico encontrará un abanico de opciones gracias a la “apertura”.

Diez meses lleva el estudio de la “refundación” de Bolivia y todavía no parece ser muy claro su destino. Los despachos de prensa dan cuenta de una negociación casi imposible entre oposición y oficialismo, y de una tendencia al poder absoluto. Preocupante, si se tiene en cuenta que los alumnos son el campo de experimento de los maestros. Ojo a Guatemala.
Saludos.