12月14日
PAGANDO AL ENEMIGO
Buenas tardes,
5 años nos quedan segun los expertos del cambio climático para que veamos aparecer bajo nuestras propias narices un estimado de 50 millones de refugiados ambientales.
"Refugiados ambientales" es un nuevo término acuñado por la Universidad de Naciones Unidas que convoca a la comunidad internacional a definirlo concretamente y con urgencia. Creen que el desgaste ambiental ya comienza a provocar el desplazamiento de personas que antes solamente huían por causas sociales, politicas o conflictos.
La advertencia ha llegado desde Bonn -Alemania- en boca de Janos Bogardi, director del Instituto para el Medio Ambiente y la Seguridad Humana de la Universidad de Naciones Unidas, durante la reunión que celebra el día de la Reduccion de Desastres.
"En las areas rurales más pobres, una de las grandes causas del desplazamiento es la degradación de la tierra y la desertificación, provocada por el mal uso del terreno, conjugada con el cambio climático y amplificada por el crecimiento de la población", dijo Bogardi en una improvisada rueda de prensa. "Otro asunto son las inundaciones, causadas a mi entender por el incremento de los niveles de dióxido de carbono en la atmosfera junto a fluctuaciones naturales del ambiente".
La astronómica cifra de los 50 millones se desprende de informes anteriores como el de la Cruz Roja sobre los Desastres Mundiales en 1999 que asegura que los desastres naturales han provocado más refugiados que las guerras y otros conflictos armados.
En ese entonces 25 millones de personas habían abandonado sus hogares y muchas de ellas llegaron a conformar las fabelas y barrios paupérrimos de las ciudades. Todo tiene un límite y si bien los cordones de miseria se amplían a una velocidad exponencial, no así el trabajo para todos estos recién llegados.
El problema está, segun la UNU, en que no existe una definición sobre el término "refugiado ambiental" por lo tanto no existen programas determinados que permitan proteger de mejor forma a este número creciente de víctimas. La Convencion de 1951 sobre el Estatus de los Refugiados se refiere a personas "con un temor bien fundado de peresecusión por razones de raza, credo, nacionalidad, pertenencia a algun grupo en particular u opinión politica..." Lejos de pensar en esa época que en un poco mas de 50 años estuviéramos destruyendo el mundo al punto de ponerlo al borde de una mega catastrofe humanitaria, que ironicamente procederá en primer lugar de los paises que menos contaminan - es decir los más pobres-.
Ya la Federacion Internacional de la Cruz Roja y las Sociedades de la Luna Roja habían advertido de la innegable deuda de los paises ricos hacia los paises pobres y no viceversa. El informe que había sido publicado desde 2000 decía sin tapujos que la polución del mundo desarrollado estaba calentando el planeta con cambios potenciales drásticos que serían fatales para toda la Tierra. Insistía que ricos y pobres deberían tener igual derecho para contaminar la atmósfera, si de eso se trataba.
El informe decía literalmente: "El uso irresponsable de combustibles fósiles -principalmente en los países industrializados - ha contribuido a elevar el espectro del cambio climático, que oscurece el horizonte para todo el mundo. Pero la gente de los países pobres sufre primero y de la peor forma las condiciones extremas derivadas del cambio climático. Actualmente, 96% de todas las muertes causadas por desastres naturales ocurren en los países en vias de desarrollo.
El documento comparaba la deuda de los países en desarrollo a sus prestamistas de los países más ricos de la siguiente forma ”Mediante el uso de combustibles fósiles a una escala apenas sostenible de consumo, año tras año la deuda de carbono de los paises ricos se hace más grande". Dice que los paises pobres, los más endeudados, son en realidad a quienes hay que pagar por la cantidad de créditos en carbono. Segun el cálculo las naciones más ricas le deberían hasta el año 2000 más de 13 trillones de dólares a sus actuales deudores.
El informe que en su momento parecía para muchos subversivo parece haber quedado en el olvido. La Federeación argumentaba a favor de una política mundial que se encintara tal como se han hecho los ajustes estructurales a los países en vias de desarrollo para seguir las pautas economicas de Occidente. Decía que eran necesarios programas de ajuste que obligaran a los países ricos a respetar un ambiente que para todos es común.
Le hemos estado pagando, pienso, unos intereses altísimos en deuda externa a nuestros propios verdugos. Son ellos mismos quienes en momento una catastrofe que destruya los recursos de las islas y de las zonas bajas, vendrán con sus modernas maquinarias y sus compañías intactas a ofrecernos una ayuda importante traducida en deuda externa para recuperar lo perdido. Ellos mismos, quienes imponen las reglas migratorias y quienes con desdén miran a culquier otro que no pertenezca a su grupo.
Me pregunto que pasaría si cada uno de nuestros paises comenzara a cobrar, como decía la Federación, por la contaminacion no emitida, por los centímetros de mar que suben y que se comen a las ciudades -como en Vanuatu , O.Pacifico- , por los cultivos perdidos , por los fenómenos atmosfericos que destrozan a ciudades y devastan la economía de países sin recursos.
Creo que ha llegado la hora de que se piensen muy seriamente en aplicarles impuestos por contaminación a sus ciudadanos. Impuestos que sean divididos por cuotas verdes representativas a cada país que proporcionalmente contamine menos. Llego la hora de pasarles la factura por lo menos descontando de las colosales deudas externas. El problema es como siempre, ¿Quien se atreve a cobrarles?
Saludos,