miércoles, 13 de diciembre de 2006

HITACHI, EL SALTO DE LA MENTE

12月12日
HITACHI: EL SALTO DE LA MENTE
Tokio, 12 de diciembre de 2006

Buenas noches,

No he tenido la dicha de leer el libro del neurólgo Camilo Llinás sobre el funcionamiento del cerebro, pero algo que siempre me ha llamado poderosamente la atención es el cúmulo de procesos mentales y la cantidad de fenómenos que se dan en la masa encefálica sin que todavía logremos explicarlo. Sabemos bien que existen dos hemisferios y zonas que controlan cada una de las áreas claves del cuerpo humano y hasta de la vida.

Sin embargo y a pesar de que la ciencia avanza a pasos agigantados, el conocimiento perfecto del cerebro y de todos los procesos mentales se ha convertido en el santo grial de la medicina. Mientras la ciencia ve la mente como un fenómeno de conciencia normal del cerebro, los espiritualistas de la tendencia que sea, la ven como algo superior que permite no solo el contacto con su Dios particular, sino como su propio gerente interior que los budistas por ejemplo manejan con maestría.

Comentaba alguna vez en otra columna que la meditación que practican los budistas ha demostrado provocar ondas diferentes en las pruebas cerebrales de los monjes tibetanos, incluso en aquellas que según los científicos reflejan sentimientos de felicidad. La mente es profunda y gloriosa. Según el Lama Sogyal Rimpoché existen cuatro defectos que nos impiden comprender la naturaleza de la mente:
1) La naturaleza de la mente es demasiado próxima como para reconocerla. 2) Es demasiado profunda para sondearla. No tenemos ni idea; si se conociera su límite ya los científicos hubieran penetrado hasta el final. 3) Es demasiado fácil para creer en ella y 4) es demasiado maravillosa para poder contenerla.

Todo esto para comentarles que Hitachi ha creado y probado exitosamente una interfaz que permite que los usarios pongan en marcha y detengan un tren eléctrico de juguete con tan solo el uso del cerebro. El instrumento se vale de la topografía óptica, una técnica de imágenes neurológicas que mide los cambios en la concentración de hemoglobina en la sangre en ciertas partes del cerebro responsables de la actividad mental. Cualquier cambio monitoreado en el flujo de sangre en el cerebro se convierte en señales de voltaje que se usan para activar los controles del tren. - No en vano cuando sentimos una pena o un enfado muy grande decimos que nos hierve el cerebro, o la sangre, y es que literalmente así es-.

Aunque la tecnología no es revolucionaria, la investigación continua y promete avanzar a un buen ritmo. El prototipo de Hitachi actualmente le permite al usuario controlar el prendido y el apagado pero la idea es utilizar esas mismas señales para funciones mucho más avanzadas. Por ejemplo, los investigadores esperan que algún día aquellos que sufren de parálisis severas puedan ser independientes mediante el uso de su propia mente para realizar sus actividades básicas.

Hitachi espera que la interfaz esté disponible en el mercado en cinco años. A medida que la investigación de Hitachi prospera, otras compañías trabajan en tecnologías similares. En Berlín, por ejemplo, los investigadores están desarrollando una máquina de escribir mental que será capaz de identificar los procesos y los comandos del cerebro.

Es sin duda el primer paso para elevar el estatus mental. Siempre he sido de la opinión que los dedos y la boca son tan solo el conducto de ese algo inmaterial mucho más grande que nos representa y que se ve tristemente limitado por el sexo y la formación que reciba cada cual.

Quedo con el gusanillo de la aventura ante nuevas fronteras y espero que esta sea la punta del iceberg que en algún momento me permita entender aquellos fenómenos derivados de la mente del que se encuentra a punto de fallecer o del que recientemente ha fallecido, que según mi propia experiencia contrastada con los texos sagrados del Tiebt, son diferentes y poderosos. Aquellos secretos que por fin me den claridad entre la percepción normal y aquella que se dispara ante eventos que solo puede describir y captar los producidos por otra energía que emana de otra mente más poderosa. No me cabe la menor duda de que el día que hayamos decifrado todas estas claves poseeremos realmente el arma más peligrosa del mundo: el control total de la mente.

Saludos,

http://www.hitachi.co.jp/New/cnews/month/2006/11/1106.html original en japonés . Foto: Hitachi