viernes, 12 de enero de 2007

EL NUEVO GIGANTE PETROLERO

1月11日
EL NUEVO GIGANTE PETROLERO
Buenos días.

En esta época de escasa energía se redefine la política internacional en términos geográficos. No es sino dar una ojeada: en A.Latina, Chávez quiere hacer e imponer su propio imperialismo, Irán amenaza con cortar suministros, Arabia Saudita no contenta con la caída de los precios del petróleo -que en algo alivia los bolsillos- dice que recortará su producción, Rusia y Bielorrusia se acaban de enfrascar en una pelea, por fortuna ya solucionada, que casi cortó el suministro del vital combustible a Alemania -que protesta sin poder hacer nada. Bruselas observa, y no sabe realmente qué hacer.

Así pues, olvidémos del "Nuevo Orden Mundial" pregonado por los Estados Unidos en la década pasada. Ahora, el dinero manda -como siempre- solo que en términos de crudo. Es en este marco cuando estamos presenciando calladamente, el surgimiento de una nueva potencia petrolera que aliviará los corazones europeos: Noruega. La misma que durante la guerra fría compartió a regañadientes el Mar de Barents con Rusia que por aquella época servía para jugar al escondite entre los submarinos soviéticos y estadounidenses.

Ahora, su canciller Jonas Gahr va orondo con un gran portafolio bajo el brazo visitando país por país negociando el precio por ser la despensa petrolera de Europa. Bajo el mar noruego no solo yacen impresionantes cantidades de petróleo sino de gas natural que podrían abastecer a Europa por décadas. Europa escucha encantada sabiendo que su supervivencia enérgica estará a cargo de un país amigo y no del continuo y reciente chantaje del Kremlin que cada vez es más dado a utilizar sus fuentes de energía como arma política.

Las reservas del Mar del Norte se agotan y para el 2026 el Reino Unido dependerá en un 90 por ciento de gas importado. Otros grandes consumidores europeos están sujetos a las normas del Medio Oriente o de África del Norte -como para no depender tanto de Rusia-, así que el nuevo viento noruego les cae de perlas.

Noruega promete que no abusará de su poder energético como lo hacen otros productores, y en realidad siempre lo ha demostrado. Actualmente es el tercer exportador mundial de gas luego de Rusia y Canadá, y promete que para el 2011 podrá surtir de 135 mil millones de metros cúbicos por año a Europa.

Sin embargo, deshacerse del "chantaje" ruso no será fácil. Putin está sentado sobre un cuarto de las reservas naturales de gas del planeta y tiene para rato: 47.82 trillones de metros cúbicos son suficiente razón para querer armar la pataleta y dejar a medio mundo frío cuando se le antoje.

Hasta aquí todo muy bien para Noruega. Pero bastó con que su canciller hablara para que el World Wildlife Fund - el organismo internacional que se encarga de proteger la vida salvaje- pusiera el grito en el cielo aduciendo que el Mar de Barents es el último ambiente marino realmente conservado y se preocupa por cualquier tipo de contaminación que lo afecte. Dando un poco más de espera, el gobierno Noruego ha impuesto una moratoria de 5 años para explorar el riquísimo lugar, y entretanto Rusia le muestra los dientes al escandinavo país con relación a una disputa de límites marítimos de hace 30 años que mantienen a unos 155 mil kilómetros cuadrados forrados de recursos energéticos en veremos.

Pero, tan maravillosa noticia para los europeos no deja nada más que preocupaciones. Por un lado: ¿Realmente estarán interesados en cambiar a fuentes de energía más limpias para quitarnos de una vez el yugo de la OPEP?, ¿Existe en verdad el deseo sincero de salvar al planeta del calentamiento global? Me temo que la preocupación de muchos de nosotros no es sino un grito que cae en el vacío ante el apetito de las potencias energéticas. Entre tanto, y como si ya no quedara más por destruir, la tecnología avanza. Ahora van por los casquetes polares, debajo de cuyo hielo hay mucho más petróleo.

Saludos,