jueves, 5 de mayo de 2011

JAPON: Terremotos y plantas nucleares, la peor combinación.

Malas proyecciones para las Plantas Nucleares de Rokkasho y Hamaoka


Por. Hirose Takashi

Las plantas nucleares en Japón están envejeciendo rápidamente, como cyborgs, se mantienen operando gracias a un continuo reemplazo de piezas. Y ahora que Japón ha entrado en un periodo de actividad sísmica y un gran accidente puede ocurrir en cualquier momento, sus habitantes viven en un constante estado de ansiedad.

Sismólogos y geólogos admiten que, luego de unos cincuenta años de inactividad sísmica, con el Terremoto Hanshin-Awaji –el que destruyó Kobe– en 1995, el país ha entrado en una etapa sísmicamente activa. En 2004, el Terremoto de Chuetsu en la Prefectura de Niigata destruyó el pueblo de Yamakoshi. Tres años después, en 2007, otro terremoto fuera de la costa de Chuetsu, afectó severamente los reactores nucleares de Kashiwazaki-Kariwa. En 2008, un terremoto en Miyagi y en Iwate, provocó el colapso de toda una montaña. En 2009, la planta nuclear de Hamaoka fue puesta en estado de emergencia por un terremoto ocurrido en la Bahía de Suruga. Y ahora, en 2011, el terremoto 3/11 fuera de la costa al noroeste de Japón. Se espera que la actividad sísmica continúe por décadas. Desde la perspectiva sismológica, 10 o 15 años no es nada.

Como la Placa del Pacífico, la más grande de todas en el planeta, está en movimiento, había predicho que habrían grandes terremotos en el mundo. Tal como me lo temía, el Terremoto en la Bahía de Suruga en agosto 2009, fue seguido en septiembre y octubre por terremotos en las costas de Samoa, Sumatra, y Vanuatu, entre magnitudes de 7.6 a 8.2. En otras palabras, de tres a once veces más la fuerza del Terremoto del Sur de la Prefectura de Hyogo (Terremoto de Kobe).

Todos estos terremotos ocurrieron alrededor de la Placa del Pacífico como centro, y se localizaron en el borde de la placa o bien, bajo la placa que se encuentra bajo su influencia. Luego vino el terremoto de Haití en 2010, en enero, ocurrido también en el borde de la Placa del Caribe, empujada por la Placa del Pacífico y la Placa de Cocos. Luego en febrero, sucedió el gran terremoto de 8.8 en Chile.

Rezaba porque esta serie de terremotos llegara a su final, pero el movimiento de la Placa del Pacífico no dio señas de parar, y así condujo hasta el terremoto del 3/11 de 2011 en el noroeste de Japón, y el subsecuente accidente nuclear de Fukushima.

Existen enormes fallas sísmicas, capaces de producir terremotos de magnitudes 7 u 8, cerca de cada una de las plantas nucleares de Japón, incluyendo la planta de reprocesamiento en Rokkasho. Es dificil de imaginar que exista una planta nuclear que no resulte afectada por un sismo de magnitud 8.

El caso de la Planta de Reprocesamiento de Rokkasho es representativo, porque es claro que la falla bajo el mar se extiende tierra adentro. La planta Rokkasho, donde los desechos nucleares (ceniza muerta) de todas las plantas nucleares de Japón se recolecta, esta justamente sobre la parte donde se unen la Placa del Pacífico y la Placa de Norteamérica. La placa, que representa un enorme peligro para Rokkasho, se encuentra en movimiento en las profundidades del suelo japonés.

La planta Rokkasho fue construida originalmente con un factor de resistencia sísmica muy bajo, de 375 gals. (Nota: El gal, o galileo, es una unidad para medir el punto máximo de aceleración de la tierra durante terremotos. A diferencia de las escalas que se usan para medir la intensidad general de los terremotos, la unidad gal mide el movimiento de la tierra en lugares específicos). Actualmente su resistencia ha sido incrementada a solo 450 gals, aunque los terremotos más recientes en Japón han registrado 2000 gals. Peor aún, la Península de Shimokita es una formación geológica extremadamente frágil que surgió del fondo del océano hace tan solo 5000 años durante el Periodo Jomon (la Transgresión Flandriense / Holoceno). Si un terremoto ocurriera podría ser completamente destruida.

La Planta Reprocesadora de Rokkasho es donde el combustible usado de todas las plantas nucleares del Japón es recolectado, y luego reprocesado para separarlo en plutonio, uranio, y el sobrante consistente en desecho líquido altamente radioactivo. En resumidas cuentas, la fábrica más peligrosa del mundo.

En la planta Rokkasho, hay almacenados actualmente 240 metros cúbicos de líquido radioactivo. Una falla en el apropiado mantenimiento podría conducir a una catástrofe nuclear que sobrepase a la fusión de un reactor. Este líquido de desecho continuamente genera calor y debe ser constantemente enfriado. Pero si el terremoto fuera suficientemente severo para dañar los ductos de enfriamiento o dejara sin electricidad el sistema, el líquido herviría. De acuerdo al análisis de expertos nucleares alemanes, una explosión en esas instalaciones, podría exponer a los habitantes a 100 kilómetros a la redonda de la planta, a una radiación de 10 a 100 veces más del nivel que presumiblemente causa una muerte instantánea.

El 7 de abril, justo un mes después del terremoto del 3/11 en el noroeste de Japón, se produjo una fuerte réplica. La planta de Reprocesamiento Rokkasho quedó sin electricidad. La piscina que contenía el combustible nuclear y el líquido radioactivo, a duras penas pudieron ser enfriados por los generadores de emergencia. Los medios de comunicación japoneses, como de costumbre, no le dieron importancia.

La Planta Nuclear Hamaoka está ubicada en la Ciudad de Shizuoka, en la Bahía de Suruga. A pesar de las predicciones de que un terremoto de magnitud 8 golpeará la zona, ha continuado en operación. Mirando a la ilustración que muestra la configuración de las placas en el Océano Pacífico, se puede ver que hay un punto en el que la Placa de Filipinas, la enorme Placa Pacífico, la Placa de Norteamérica, y la Placa de Eurasia, confluyen; directamente sobre ese lugar se encuentra el archipiélago japonés. En todo el centro del área donde se encuentran estas cuatro placas, está Shizuoka.

Devastadores terremotos en el océano al este y al sur, han ocurrido regularmente en intervalos de 100 a 250 años. Hasta hoy, han pasado 157 años desde que ocurrió el Gran Terremoto Ansei en 1854, así que estamos en un periodo en el que próximo gran terremoto puede golpear en cualquier momento. El lugar en el que se espera este gran terremoto – aunque sea difícil de creer – esta justo debajo de la Planta Nuclear de Hamaoka. Las lecturas del sonar del lugar indican que desde hace 30 años la Placa de Eurasia se está doblando (por explicarlo de alguna manera), lo que significa que en esas circunstancias se puede esperar que tenga un efecto de resorte en cualquier momento.

Hirose Takashi ha escrito una decena de libros sobre la industria nuclear y los complejos industriales militares. Su libro más reconocido es “Nuclear Power Plants for Tokyo” en el que toma la lógica de quienes promueven las plantas nucleares y llega a la siguiente conclusión: “¿Si ustedes confían tanto en que las plantas son seguras, por qué no construirlas en el centro de la ciudad, en vez de hacerlo a cientos de kilómetros de distancia perdiendo la mita de la electricidad en el cableado?”

Links en japonés:  http://www.asyura2.com/07/genpatu4/msg/563.html
http://www.excite.co.jp/News/magazine/MAG1/20110425/149/
Video:  Hirose Takase  http://www.casttv.com/video/6nppoj2/-video  (en japonés).

Historia reproducida por:  Counterpunch.org