17500 cápsulas de carne humana de infantes camufladas en el equipaje de los viajeros y en el correo han alertado al servicio de aduanas surcoreano, no solo sobre un grotesco nuevo producto de contrabando sino sobre la inminencia de un riesgo de salud pública de enormes proporciones.
El contrabando, que ha sido rastreado desde agosto del año pasado, está en manos de coreanos que viven en Yanji, Jilin, Quingdao y Tianjin. el norte de china y que intentan ingresar el cargamento bajo la etiqueta de energizantes, o pontenciadores . Cuando son detenidos afirman no tener idea de qué contienen las cápsulas.
La alerta realmente se disparó el año pasado cuando un programa de Seoul Broadcasting System, una de las cadenas de televisión más importantes, hizo público un video en el que acusaba a las compañías farmacéuticas chinas de colaborar con clínicas de aborto para la producción de cápsulas a partir de fetos y despojos de infantes muertos. El video aseguraba que exámenes de ADN confirmaban que el polvo contenido en las cápsulas era humano.
Según las autoridades surcoreanas y un documental de la SBS, el negocio pertenece a médicos chinos que informan a las farmacéuticas cuando ejecutan abortos o cuando un bebe muere antes de nacer. Los despojos son entonces llevados a neveras particulares antes de ser enviados a clínicas que pertenecen a la mafia que secan los cadáveres en hornos especiales. Luego de secar la piel, los cuerpos son procesados y mezclados con hierbas tradicionales cuya misión es esconder el contenido principal.
La demanda por estas pastillas se ha disparado a medida que crece la creencia de que las “cápsulas fetales” son tónicos, y según el mismo China Daily es muy común encontrar chinos que consumen placenta humana para revitalizar la sangre y la circulación. Las cápsulas de esta historia se utilizarían exclusivamente para la potencia sexual.
