Lo que no sabemos cómo se desenvolverá de aquí a un futuro mediano es la economía. Particularmente sensible es el sector automotriz que interconecta profundamente proveedores, distribuidores, y vendedores en todo el mundo. El terremoto del 11 de marzo afectó a pocas plantas ensambladoras pero destrozó muchas fábricas de autopartes, y dejó literalmente en tinieblas al sector manufacturero debido a la reducción de la capacidad en las centrales eléctricas.
Toyota, Honda, Nissan, entre otras, lo están pasando realmente mal tratando de subsanar el daño en su cadena de proveedores, pocas líneas de ensamble están reiniciando a 10 días de la catástrofe. No hemos visto nada. El abastecimiento puede verse mucho más restringido a medida que las bodegas agoten la existencia de componentes vitales. Así pues los vehículos “made in Japan” no solo estarán escasos por un tiempo, sino que los precios subirán necesariamente.
En Estados Unidos, las fábricas japonesas que decidieron producir en ese país, han quedado colgadas ante la inexistencia de partes hechas en Japón. Con los precios de la gasolina como están, a 3.50 centavos de dólar por galón los híbridos han ganado en popularidad. Los fabricantes de autos, normalmente disponen de por lo menos dos meses para hacer los entregas, así que a hoy, aunque se sabe que la escases será inevitable, todavía es posible encontrar los modelos más populares.
Los expertos dicen que la pérdida total en la producción japonesa es de cerca de 350,000 vehículos, incluyendo algunos que ya estaban comprometidos para el mercado estadounidense. Con las plantas aún cerradas, es de suponer que esa cifra continue en aumento. A esto hay que sumarle la paranoia radioactiva que mantiene en guardia a los oficiales de aduana ahora en busca de niveles de radiación sospechosos.
Pero si usted o yo queremos comprar un auto en este momento, seguramente lo encontraremos en las vitrinas. El asunto es que los bajos inventarios harán que los vendedores negocien menos y que las fábricas ofrezcan menos ofertas u otros incentivos. Así que los precios necesariamente subirán, y algunas opciones de lujo posiblemente no estarán disponibles. Como en río revuelto siempre hay ganancia de pescadores, tampoco es de extrañar que los vendedores le hagan creer al comprador que los autos están mucho más escasos que en la realidad. Por supuesto también existirá la opción europea o americana, que también subirá de precio empujada por los techo de precios de los autos japoneses.
Un análisis de IHS Global Insight deja los siguientes datos. Compañía por compañía.
Toyota: Ha perdido una producción de 154,000 unidades. Los expertos esperan que el Prius puede ser el primer vehículo afectado porque una de las fábricas que produce las baterías recargables del vehículo fue muy afectada por el terremoto. Toprak, de Truecar.com dice que el precio promedio para el Prius se ha subido en US$1800. El Corolla compacto, sedan y el RAV4 también sufrirán por el cierre de las plantas en Japón. El Highlander (SUV), aunque se ensambla en Indiana, requiere muchos componentes japoneses. Al ser un auto tan popular sus inventarios no son los mejores. El Lexus está en las mismas.
Nissan: Producción perdida hasta hoy 34,000. La fábrica dice no tener problemas de abastecimiento todavía, pero de tenerlos, los primeros modelos afectados serían el Rouge SUV, el Juke crossover, y el Cube, todos fabricados en Japón y con niveles bajos de inventario. La línea lujosa de Nissan tendrá problemas de abastecimiento en Estados Unidos, Europa y América Latina. El Infiniti, hecho en Japón no podrá ser embarcado a tiempo.
Honda: Producción perdida hasta hoy 33,000 . Honda es quizá el auto más vendido en Estados Unidos, y aunque algunos modelos se producen en fábricas americanas, todavía importa algunos modelos muy populares. Los híbridos de Honda también han subido de precio.
Mazda: Producción perdida hasta hoy: 33,000. Que mi asesor me corrija. Todos los Mazda son hechos en Japón a excepción del Mazda 6 sedan, que se fabrica en Michigan. El nuevo Mazda 5, uno pequeñito, deportivo que parece una mini van, está en problemas de abastecimiento, seguido del CX7 y CX9.
Suzuki: Producción perdida hasta hoy: 40,000. Solo tiene el 1 por ciento del mercado en Estados Unidos. Solo el SX4 se verá afectado si los problemas continúan.
Subaru: Producción perdida hasta hoy: 18,000. El impactó se sentirá más en términos de auto partes. Impreza y Foreser se producen en Japón, pero el Legacy, el Outback, el Triveca se ensamblan en Indiana.
En la lista, curiosamente aparece Volvo, que ahora pertenece a una compañía china. Produce los autos en Europa pero depende de componentes claves que se producían en zonas afectadas por el terremoto. El New York Times ha dicho que Volvo se prepara para un cierre temporal.
Así pues que el tsunami que devastó una buena parte de la costa norte japonesa, tendrá efectos de impacto en la cadena de distribución automotriz. Si usted es de lo que va a comprar un auto, hágalo ya, sino es preferible que espere hasta el próximo año cuando Japón haya medio superado la crisis y los precios vuelvan a la normalidad.
Foto: Mazda CX9 Grand Touring