Buenas tardes,
¿Cuánto me dan por no contaminar más el medio ambiente y preservar un buen trozo de selva ecuatoriana?, parece ser la pregunta del presidente del Ecuador Rafael Correa a la comunidad internacional.
La propuesta ecuatoriana de no explorar un buen pozo petrolero que se encuentra en pleno Amazonas, ha puesto a especialmente a los europeos a pensar. Se trata de no explorar el pozo Ishping-Tamboocha-Tiputini a cambio de una jugosa compensación internacional que le permita a Ecuador mantener la reserva ubicada en el Parque Nacional Yasuni, uno de los lugares biológicamente más ricos del mundo. La idea es recibir por otro lado lo que deje de llegar por tener el petróleo durmiendo donde está.
Es la primera vez en el mundo que un presidente se atreve a pedir una compensación ambiental directamente proporcional a lo que podría costar la explotación del pozo petrolero durante un buen número de años. Según los datos de los expertos ecuatorianos el yacimiento contiene entre 900 millones y mil millones de barriles de petróleo equivalentes a un cuarto de las reservas conocidas del Ecuador.
Correa ha dicho que la deuda de la comunidad internacional con su país ascendería mínimo a los astronómicos US$350 millones de dólares anuales y no especifica por cuánto tiempo. El presidente ecuatoriano ha repetido en varias entrevistas que Ecuador no busca caridad, sino que le pide a la comunidad internacional que sea solidaria en el sacrificio, y les compense por lo menos en la mitad de lo que recibirían en reconocimiento de los beneficios ambientales por mantener el petróleo bajo tierra. Las proyecciones ecuatorianas se refieren a US$700 millones de dólares anuales de explorar el ITT, como se le conoce al proyecto.
Para los opositores la propuesta no deja de ser un chantaje. Argumentan que Correa tiene temor de enfrentar a la intensa oposición al desarrollo del petróleo en el Parque Yasuni, especialmente de los grupos indígenas que luchan por mantener la selva intacta. Otros grupos esperan y no le perdonan a su presidente que en Brasil haya dicho "que la pobreza es el principal peligro para el medio ambiente".
El pasado 4 de abril el gobierno ecuatoriano apoyó la firma de unas minutas de entendimiento entre Petroecuador y Petrobras, que planean desarrollar el gigantesco yacimiento. Petroecuador no solo ha firmado con la brasileña. También se ha comprometido con Sinopec de China, Enap de Chile y la mismísima PDVSA.
Los ambientalistas dicen que la propuesta debe ser estudiada seriamente no solo por ser Yasuni una de las áreas biodiversas más importantes sino porque en la reserva habita la tribu Waorani que a su vez tiene grupos, como el Tagaeri y Taromenani, que viven completamente aislados de la civilización.
Mientras que los pasos necesarios para la exploración siguen su rumbo, y en Venezuela sigue corriendo la publicidad para la licitación del proyecto, Correa dice que esperará un año para ver quienes se suman a la causa que ya tiene a Noruega y a varios grupos ambientalistas de su parte. Estupendas intenciones, pero ¿Quién se meterá la mano al dril?.
Saludos,
http://www.wrm.org.uy/boletin/115/Ecuador.html
http://www.ecuadorinmediato.com/espanol/mostrarnoticia.php?id=44¬iciaid=52920