miércoles, 29 de junio de 2011

TOKIO - PARIS: 02.30h de placer.

02:30h, Tokio – París o Tokio - Los Ángeles sin ruido y sin dejar huellas de carbono en el medio ambiente parecería un asunto de ciencia ficción de no ser porque en la pasada versión de la Exhibición Aérea de París, el grupo aeroespacial AEDS (Compañía Espacial y de Defensa Europea) – que entre otras cosas es dueño de Airbus –, y SJAC (Sociedad de Compañías Aeroespaciales de Japón)  llegaron con la noticia de que están desarrollando un jet supersónico que carretea por la pista como un avión convencional pero que usa propulsores de cohete para elevarse y viajar sobre atmósfera.

No se trata de un Concorde, aunque se ve como un Concorde.  Es un nuevo concepto conocido como Zehst (zero emission high speed transport - transporte de alta velocidad a cero emisiones), que se está desarrollando con colaboración japonesa. Como el Concorde, será diseñado en principio para un mercado de negocios, y tendrá naves que pueden llevar entre 50 y 100 pasajeros.

El Zehst despegará usando un motor turbofan, llamado así por tener un ventilador en la parte frontal, y  utilizará combustible derivado de algas. Una vez en el aire, la nave recibirá el impulso de cohetes que la impulsarán hasta ascender a la estratosfera.

Inmediatamente después, motores Ramjet, actualmente usados en los misiles, llevarán la nave de 4 metros de largo, a 32 kilométros de altura – más de tres veces la altura que lleva un avión de pasajeros actualmente. Este vuelo hipersónico irá a una velocidad de Mach 4 (cerca de 5,000 kilómetros por hora), o sea cuatro veces la velocidad del sonido y más del doble de la velocidad que solía llevar el Concorde. Para el aterrizaje , el avión dependerá una vez más de los motores turbofan que utilizó en el despegue.

Aunque AEDS y JSAC se han encargado de diferenciar la trágica imagen del Concorde, con este avión hipersónico. Lo cierto es el que Zehst es muy similar, pero mejorado. No solo tiene una figura digna de cualquier película de ciencia ficción, sino que se espera que la utilización de hidrógeno y oxígeno como combustible, tenga como resultado cero emisiones.

Mientras que Virgin Atlantic sigue desarrollando su programa de turismo espacial, que obliga a sus participantes a utilizar equipo y entrenamiento antes de volar, la tecnología del Zehst solo tendrá una aceleración máxima de 1.2G.

Por lo pronto, mientras los encargados de EADS y JSAC se reúnen  para ver cuál será el próximo paso a seguir, quienes seguimos la pista del proyecto tenemos que seguir esperando, por lo menos a la demostración que está programada para 2020. El primer vuelo será en 2050. Quien escribe, probablemente ya no estará para verlo, ni para gozarlo.